Rovine maya sulla spiaggia di Tulum.


2 gennaio 2012. - Bagnata dal mar dei Caraibi, nella zona orientale dello Stato messicano dello Yucatán, la riviera dei Maya si estende per 135 chilometri tra alte dune, spiagge bianche, grotte subacquee e un’oasi della biodiversità millenaria, a pochi passi da una delle più famose località balneari del Paese, Cancún. Percorrendo la carretera 307 che corre verso sud, tra mare e giungla, si superano in pochi minuti i grandi e lussuosi alberghi a cinque stelle, i panfili miliardari e i ristoranti più alla moda della città messicana e l’altrettanto celebre Playa del Carmen fino alla riserva della biosfera di Sian Ka’an, parco nazionale e patrimonio dell’Umanità.

 

Uno dei sentieri nella riserva della biosfera di Sian Ka'an.

 

È uno spicchio di foresta tropicale nello Stato di Quintana Roo, lambito dalla più ricca e lunga barriera corallina del mondo dopo quella australiana, ricco di testimonianze dell’antico popolo dei Maya – se ne contano ben 23 -, di specie animali rare e di piante spettacolari. Nell’antica lingua maya Sian Ka’an significa “porta del cielo” e in effetti questa striscia di giungla protetta, lunga 130 chilometri e larga 50, è un piccolo paradiso, un posto speciale, un sacro luogo della biodiversità: più di 300 tipi di uccelli, tutte le famiglie di felini sudamericani, 15 specie di aironi, un’infinita varietà di farfalle e 2mila abitanti, quasi tutti discendenti dei Maya, che lavorano come guide e operatori negli unici due villaggi del parco, Punta Allen e Punta Guerrero.

 

Una testuggine della riserva della biosfera di Sian Ka'an.

 

Tra ciuffi di palme, acacie e ficus si trovano le rovine archeologiche dei Maya, lasciate esattamente come quando furono scoperte nell’Ottocento. Ma la riserva è, appunto, protetta; quindi per entrarvi è necessario prenotarsi e si consiglia di farlo prima di partire al sito: www.amigosdesiankaan.org

Molti tempietti e le antiche costruzioni maya, seminascosti dalla vegetazione, sono stati restaurati ma hanno conservato intatto il proprio fascino.

Sono numerose le escursioni organizzate nella riserva: le più suggestive sono quelle in canoa e kayak lungo i canali scavati anticamente dai Maya per unire i diversi tratti di laguna. Ci sono anche uscite notturne per osservare le tartarughe marine o per un giro in canoa al crepuscolo. Per i visitatori più tranquilli all’interno della riserva c’è Xcaret ( www.xcaret.com ), parco tematico che ospita un acquario, un delfinario e che ricostruisce perfettamente la vita quotidiana delle popolazioni maya.

Una rete di sentieri nascosti dalla foresta porta a spiaggette deserte e ancora selvagge, affacciate sulla spettacolare barriera corallina, e ai cenotes, piscine naturali sotterranee, ricche di stalattiti e mete ideali per chi ama le immersioni e fare snorkeling nelle acque cristalline e pure. Le grotte erano luoghi sacri ai Maya, che usavano le acque dolci dei fiumi e della laguna per irrigare i campi, coltivare il mais e per le città di Cobá, Tulúm, Palenque e Chichen Itzá, oggi affascinanti siti archeologici. Lungo la strada che collega Tulúm a Punta Allen, infine, è possibile fare sport ed escursioni fino a Punta Laguna e Punta Esmeralda in un ambiente protetto di una bellezza eccezionale.

 

L'entrata di una grotta verso Punta Allen.

 

Da un punto di vista archeologico le rovine di Tulúm sono le più famose, a strapiombo sul mar dei Caraibi: Tulúm per i maya voleva dire “alba”, cioè il luogo dove nasceva il sole ma anche luogo di una nuova epoca, ossia quella successiva alla colonizzazione spagnola. Ancora oggi si percepisce la funzione del sito che è circondato su tre lati da una muraglia, eretta a scopo difensivo. Meno famosa ma altrettanto importante è la vicina Cobá, una delle più grandi città maya, circondata da laghi (Cobá significa “acque torbide”).

Per visitare le rovine, in particolare la grande piramide Nohoch Mul, è necessario addentrarsi in sentieri fangosi e salire 120 scalini ma lo spettacolo finale è davvero appagante: dai 42 metri della vetta si gode lo spettacolo della selva da cui spuntano diverse costruzioni di pietra. Bellissimo è anche il tempio delle Chiese, dedicato alla dea della fertilità Ixchel, l’antica dea della luna. Chichen Iztá ha un vasto sito archeologico e imperdibili sono la piramide e lo stadio; tra le principali costruzioni da visitare spicca El Castillo, orientato verso est e dedicato al dio Kukulcán, la principale divinità maya.

 

(ansa.it / puntodincontro)
 

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2 de enero de 2012. - Bañada por el Mar Caribe, en el lado oriental del Estado mexicano de Yucatán, la Riviera Maya se extiende por 135 kilómetros entre las altas dunas, playas de arena blanca, cuevas submarinas y un antiguo oasis de biodiversidad, a poca distancia de una de los más famosos centros turísticos del País: Cancún. A lo largo de la Carretera 307, que va hacia el sur, entre el mar y la selva, se dejan atrás en pocos minutos los grandes y lujosos hoteles de cinco estrellas y gran turismo, los yates y los restaurantes de moda de la pequeña ciudad mexicana y la no menos famosa Playa del Carmen hasta llegar a la reserva de la Biosfera de Sian Ka'an, un parque nacional y Patrimonio de la Humanidad.

Es un pedazo de bosque tropical en el estado de Quintana Roo, bañado por la barrera de arrecifes más rica y más larga del mundo después de la australiana, llena de testimonios del antiguo pueblo Maya - se pueden contar 23 sitios-, especies raras de animales y una vegetación espectacular. En lenguaje maya, Sian Ka'an significa "puerta del cielo" y, de hecho, este tramo de selva protegida, de 130 Km. de largo y 50 de ancho, es un pequeño paraíso, un lugar especial, un lugar sagrado de la biodiversidad: más de 300 tipos de aves, felinos de todas las especies de América del Sur, 15 especies de garzas, una infinita variedad de mariposas y 2 mil habitantes, en su mayoría descendientes de los mayas, que trabajan como guías y operadores en los únicos dos centros habitados de la zona, Punta Allen y Punta Guerrero.

Entre palmeras, acacias y ficus se encuentran las ruinas arqueológicas de los mayas, conservadas tal y como cuando fueron descubiertas en el siglo XIX. El lugar está protegido, por lo que es necesaria una reservación antes de llegar, misma que puede ser efectuada desde el sitio: www.amigosdesiankaan.org

Muchos templos y antiguos edificios de los mayas, ocultos entre la vegetación, han sido restaurados pero aún conservan su encanto.

Hay numerosas excursiones organizadas a la reserva, las más originales en canoa y kayak por los canales excavados por los antiguos mayas para unir a las distintas secciones de la laguna. También hay paseos nocturnos para observar a las tortugas marinas o un paseo en canoa al atardecer. Para los visitantes más tranquilos en el interior de la reserva se encuentra Xcaret ( www.xcaret.com ), parque temático que alberga un acuario, un delfinario y que recrea a la perfección la vida cotidiana de los mayas.

Una red de senderos ocultos en la selva lleva a playas desiertas y todavía salvajes, con vista al espectacular arrecife de coral y a los cenotes, piscinas naturales subterráneas, ricas en estalactitas y destino ideal para los amantes del buceo y el snorkel en aguas cristalinas y puras.

Las cuevas eran lugares sagrados para los mayas, quienes utilizaban las aguas dulces de la laguna y los ríos para regar los campos, el cultivo del maíz y para las ciudades de Coba, Tulum, Palenque y Chichén Itzá, ahora fascinantes sitios arqueológicos. A lo largo de la carretera entre Tulum y Punta Allen, por último, se pueden practicar deportes y excursiones a Punta Laguna y Punta Esmeralda en un entorno protegido de excepcional belleza.

Desde un punto de vista arqueológico, las ruinas de Tulum son las más famosas, con vistas al Mar Caribe. Tulum en Maya significa "amanecer", es decir, el lugar donde nace el sol, pero también sitio de una nueva era, la que empezó después de la colonización española. Incluso hoy se percibe la función del sitio que está rodeado en tres lados por una muralla, construida con fines de defensa. Menos famosa pero igualmente importante es la cercana Cobá, uno de las más grandes ciudades maya, rodeada por lagos (Cobá significa "aguas turbias").

Para visitar las ruinas, sobre todo la gran pirámide de Nohoch Mul, es necesario recorrer senderos lodosos y subir 120 escalones, pero el espectáculo al final es verdaderamente maravilloso: desde los 42 metros de altura de la cima se puede disfrutar de la vista de la selva de la que brotan varios edificios de piedra. Hermoso es también el templo de las Iglesias, dedicado a la diosa de la fertilidad Ixchel, la diosa antigua de la Luna. Chichen Izta tiene una extensa área arqueológica y no deben perderse la pirámide y el estadio. Entre los principales edificios que deben ser visitados se encuentra El Castillo, de cara hacia el este y dedicado a Kukulcán, principal dios de los Maya.

 

(ansa.it / puntodincontro)