12 gennaio 2011. - È in fase finale di preparazione una nuova legislazione sull'immigrazione che soddisfi i bisogni e i diritti dei migranti, afferma Francisco Blake Mora, Ministro messicano degli Interni, e questo è solo un aspetto della revisione della politica migratoria e della ristruttura profonda che sta attraversando l'INM (Istituto Nazionale per gli Immigrati).

Blake ha aggiunto che fra gli obbiettivi che si cerca di raggiungere si trova quello di passare «dalle critiche all'esempio, non come Ministero degli Interni o Istituto Nazionale per la Migrazione, ma come Paese».

Fra le sue dichiarazioni a seguito dei gravi fatti relativi alla strage di Tamaulipas e al rapimento in massa degli immigrati illegali nello Stato di Oaxaca, Blake ha sottolineato che —a differenza di quanto accade negli Stati Uniti— in Messico esiste uno standard legale innocuo in materia di migrazione, ma con molte indefinizioni.

Al tempo stesso, ammette, l'Istituto Nazionale per la Migrazione ha mostrato problemi di debolezza strutturale.

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Se prepara una nueva legislación en materia migratoria, que atienda las necesidades y derechos de los migrantes, adelantó a Crónica Francisco Blake Mora, secretario de Gobernación, y ésa es sólo una parte de la revisión de la política migratoria y de la estructuración profunda a la que se está sometiendo el Instituto Nacional de Migración.

En una reunión con el Consejo Editorial de este diario, donde conversó con los directivos, Blake señaló que –entre otros- el objetivo es “pasar del cuestionamiento al reconocimiento, no como Secretaría de Gobernación o INM, sino como país”.

Estos son los aspectos principales de esa conversación:

Lo primero que se planteó al secretario fue precisamente acerca de la cuestión migratoria, tras los graves hechos de la matanza en Tamaulipas y el secuestro masivo de indocumentados en Oaxaca.

Blake señala que, a diferencia por ejemplo de lo que sucede en Estados Unidos, en México tenemos una norma no agresiva en materia migratoria, pero que tiene muchos huecos. Y al mismo tiempo, admite, hay en el Instituto Nacional de Migración problemas de debilidad institucional.

 

(crónica / puntodincontro)