28 novembre 2011. - Con la dichiarazione di domenica dei mariachi come
patrimonio culturale immateriale dell'umanità, il Messico ha raggiunto i
sette elementi in questo elenco dell'Organizzazione delle Nazioni Unite per
l'Educazione, la Scienza e la Cultura (UNESCO).
La notizia è stata resa ufficiale intorno al mezzogiorno di ieri a Bali, in
Indonesia, durante una riunione del Comitato intergovernativo per la
Salvaguardia del Patrimonio Immateriale.
Tra le altre cose, l'organismo internazionale ha deciso di riconoscere i
mariachi perché "si tratta di una manifestazione musicale che è stata
trasmessa di generazione in generazione ed è costantemente presente durante
le festività religiose e sociali, producendo e rafforzando il senso di
identità e la continuità delle comunità da cui sorgono in Messico e
all'estero".
L'inclusione di questa espressione musicale e culturale, una delle più
iconiche e conosciute in Messico e nel mondo, è stata una delle 17 della
lista di raccomandazioni nel corso della sesta riunione del Comitato
dell'Unesco, che concluderà domani.
(la jornada / puntodincontro)
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28 de noviembre de 2011. - Con la declaratoria este domingo del mariachi
como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, México suma siete
elementos en ese listado de la Organización de Naciones Unidas para la
Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Como adelantó el sábado pasado La Jornada, la inscripción se hizo oficial
alrededor del mediodía del domingo en Balí, Indonesia –alrededor de
medianoche en México, por la diferencia horaria–, durante una reunión del
Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial.
Entre otros aspectos, el organismo internacional decidió reconocer al
mariachi porque “se trata de un manifestación musical que ha sido
transmitida de generación en generación, recreada constantemente durante
actividades festivas, religiosas y sociales, dotando y reforzando el sentido
de identidad y continuidad de sus comunidades portadoras en México y el
extranjero”.
La candidatura de esta expresión musical, cultural y vital, una de las
más emblemáticas y conocidas de México en el mundo, fue una de las 17 que
fueron recomendadas para su inscripción durante la sexta reunión del citado
comité de la Unesco, que concluirá el próximo 29 de noviembre.
En agosto de 2010 el gobierno mexicano, mediante la Secretaría de Cultura
de Jalisco y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), hizo
la postulación, con el título El mariachi, música de cuerdas, canto y
trompeta.
La propuesta mexicana fue evaluada durante la reunión como “uno de los
siete expedientes que merecen especial reconocimiento, cuidadosamente
concebido, bien preparado, efectivamente presentado y convincentemente
argumentado”.
En la sesión recibió el voto unánime de los 24 países que conforman el
comité intergubernamental, así como el apoyo del grupo de América Latina y
España.
Con la declaratoria del mariachi, México ocupa el octavo lugar en el
listado de patrimonio cultural inmaterial de la Unesco, al lado de Colombia
e Irán; está encabezado por China, con 29 elementos inscritos.
El mariachi es un fenómeno que ha permeado en la sociedad mexicana: se
encuentra en cantinas y plazas, actos políticos, bodas, funerales y peleas
de box, y en muchos sitios del mundo.
Por ejemplo, Aruba (una de las Antillas Menores) tiene la mayor densidad
de mariachis, y el pasado Día de la Independencia de México debutó en El
Cairo un conjunto conformado por músicos egipcios. Plácido Domingo ha
cantado en ese estilo, vestido de charro. El cantautor español Joaquín
Sabina ha expresado su gusto por estas agrupaciones, como dijo el año pasado
al comenzar una gira por el país.
Desde el siglo XVII se tienen noticias de la existencia del mariachi; sin
embargo, se afianzó y evolucionó hacia la forma en que se conoce ahora en la
primera mitad del XX, sobre todo en el régimen cardenista (1934-1940), según
Jesús Jáuregui (El mariachi, 2007).
A partir de esos años los mariachis se erigieron en símbolo de la cultura
mexicana, inmortalizado en el cine y en el imaginario popular, acompañando a
figuras como Pedro Infante y Jorge Negrete.
La Plaza Garibaldi, en la ciudad de México, es el más conocido foro de
esos músicos, que ya ofrecen sus servicios en Internet.
Como antecedente, el Mariachi Vargas de Tecalitlán, una de las
agrupaciones más famosas y de mayor tradición, se presentó por primera vez
en Balí hace hace 48 años.
Otras riquezas culturales de México incluidas en la lista de la Unesco
son las festividades del Día de Muertos (2008), la ceremonia ritual de los
voladores (2009), tradiciones vivas y lugares de memoria de los pueblos
otomí-chichimecas de Tolimán, Querétaro (2009), la pirekua, canto
tradicional de los purépechas, los parachicos en la fiesta de enero de
Chiapa de Corzo, la cocina tradicional mexicana y el paradigma de Michoacán
(los tres en 2010).
Por otro lado, algunas de las manifestaciones culturales del mundo que se
incluyeron en la lista de la Unesco, 14 en total, son el fado portugués, la
equitación tradicional francesa, el teatro de sombras chino, el duelo
poético Tsiattista (Chipre), la peregrinación al santuario del Señor de
Qoyllurit’i (Perú), los conocimientos de los chamanes jaguares de Yuruparí
(Colombia), el balafón de las comunidades senufo (Malí y Burkina Faso) y las
danzas sagradas japonesas del santuario Sada.
En Portugal, la designación del fado por la Unesco fue recibida con
beneplácito. “Este reconocimiento es una fuente de orgullo para todos los
portugueses”, escribió el presidente de de se país, Anibal Cavaco Silva, en
un mensaje publicado en el sitio web de la presidencia, en el cual rindió
homenaje a los “cantantes de fado, a los poetas, los músicos y compositores
que contribuyeron a hacer del fado una melodía universal”, reportó la
agencia
(la jornada / puntodincontro) |