Gli aerei fanno piovere

Nuove scoperte del National Center for Atmospheric Research degli Stati Uniti.

 

5 luglio 2011. - Gli aeroplani fanno piovere. Questa sarebbe la soluzione di un mistero che angustiava da anni i fisici dell’atmosfera alle prese con un fenomeno finora enigmatico; quello dei buchi nelle nuvole. Varie riprese satellitari mostravano le strane formazioni (buchi e canali) che spesso si estendevano senza fornire indizi. Ora esaminando le immagini raccolte dai satelliti americani Terra e Calipso della Nasa i fisici del National Center for Atmospheric Research, il tempio massimo della ricerca meteorologica americana, hanno focalizzato ciò che succedeva nell’atmosfera per cento chilometri intorno a sei grandi aeroporti commerciali, Londra, Francoforte, Parigi, Seattle, Chicago, Yelloknife (Canada), ai quali hanno aggiunto la Byrd Station in Antartide per avere un riferimento in un ambiente estremo.

RAFFREDDAMENTO DELL'ARIA - Indagando, hanno scoperto che quando gli aeroplani decollano e atterrano e nell’atmosfera circostante ci sono nubi che devono attraversare, il passaggio crea un’espansione e un raffreddamento nell’aria intorno alla linea di transito. Ciò causa la condensazione in goccioline da cui può scaturire la pioggia. E hanno misurato le variazioni che non sono eclatanti ma esistono. L’effetto dura in media circa sei minuti e risulta più consistente se la temperatura è bassa. «Virtualmente ogni tipo di aeroplano può generare simili conseguenze» scrive su Science Andrew Heymsfield. Oltre a tenerne conto nelle previsioni meteorologiche, egli dice che dovrebbero essere riviste anche le regole per l’attivazione dei sistemi anti-ghiaccio sulle ali per evitare guai nelle delicate fasi del volo

 

(corriere.it / puntodincontro)

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5 de julio de 2011. - Los aviones hacen que llueva. Esta parece ser la solución a un misterio que provocaba desde hace años la angustia de los físicos de la atmosfera enfrentándose a un fenómeno enigmático: los agujeros en las nubes. Imágenes de satélite mostraban las extrañas formaciones (orificios y canales) que a menudo se extendían sin aportar pruebas. Ahora, con las imágenes obtenidas por los satélites norteamericanos de la NASA Terra y Calipso, los físicos del Centro Nacional de Investigación Atmosférica —el máximo instituto para la investigación meteorológica de los Estados Unidos— se han centrado en lo que estaba sucediendo en la atmósfera en un radio de cien kilómetros en torno a seis grandes aeropuertos comerciales —Londres, Frankfurt, París, Seattle, Chicago y Yelloknife (Canadá)— a los cuales añadieron la estación de Byrd en la Antártida para tener una referencia en un ambiente extremo.

A través de la investigación, encontraron que —cuando los aviones despegan y aterrizan y en la atmósfera hay nubes que tienen que cruzar— su paso crea expansión y enfriamiento del aire alrededor de la línea de tránsito. Esto provoca la condensación en gotas desde las que puede surgir lluvia. Y también midieron las variaciones que no son sorprendentes, pero existen. El efecto dura en promedio unos seis minutos y es más consistente si la temperatura es baja. "Virtualmente cualquier tipo de aeronave puede generar consecuencias similares", escribe Andrew Heymsfield en la revista Science. Además de tomar en cuenta estos nuevos hallazgos para los pronósticos del tiempo, él dice que también deben ser revisadas las normas para la activación de los sistemas anti-hielo en las alas para evitar problemas durante las fases delicadas del vuelo.

 

(corriere.it / puntodincontro)

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