5
de diciembre de 2017
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Uno
de los aspectos más antiguos de la relación
entre Italia y México gira en torno a la planta
del nopal, un cactus originario del país
latinoamericano que fue introducido en Europa
por Cristóbal Colón al regresar de su viajes a
finales del siglo XV.
Quinientos años más tarde, el arbusto importado
por el explorador genovés sigue teniendo una
importancia considerable en la relación entre
las dos naciones, principalmente en el campo de
la investigación científica.
El
Ministerio de Relaciones Exteriores italiano y
la AMEXCID (Agencia Mexicana para la Cooperación
Internacional para el Desarrollo) han completado
un programa de colaboración que se materializó
en el financiamiento del proyecto
Recuperación de antiguas tecnologías para el
desarrollo de productos sustentables para la
restauración del patrimonio artístico.
Emilia Giorgetti,
Agregada científica de la Embajada de Italia
en México.
Tras
constatar que la preservación en México de
algunas antiguas obras de arte prehispánicas fue
posible gracias al uso de aditivos de origen
vegetal, entre ellos la baba del nopal, se
llevaron a cabo estudios para desarrollar un
marco científico para la evaluación de estas
metodologías, que hasta hoy habían sido
transmitidas de generación en generación en
forma empírica.
Durante tres años de cooperación (2014-2017)
entre el ENEA (la agencia italiana para las
nuevas tecnologías, la energía y el desarrollo
económico sostenible) y el Colegio de Michoacán
—una institución que forma parte del Sistema de
Centros de Investigación del Conacyt—, fueron
examinados y evaluados los métodos de
extracción, preparación y explotación de la
baba.
Estos
estudios permitieron el desarrollo de un
producto innovador, el Nopalgel, que
actualmente se encuentra en proceso de obtención
de una patente. El Nopalgel forma una capa
protectora que permite la liberación de agentes
para el control de la bio-receptividad,
favoreciendo la bio-rehabilitación y la bio-resistividad.
Durante la investigación, se llevaron a cabo con
éxito algunas pruebas sobre los frescos de la
iglesia de San Costanzo Martire en Ronciglione,
Italia, utilizando Nopalgel en aerosol mezclado
con agua de cal y urea. Después de varias
aplicaciones, la apariencia y el color de las
imágenes no han cambiado y la superficie muestra
una apariencia resistente y libre de polvo.
Los
resultados de la colaboración bilateral en este
campo fueron presentados hace unos días en el
Instituto Italiano de Cultura de la Ciudad de
México, durante una reunión organizada por la
Dra. Emilia Giorgetti, asesora científica de la
Embajada de Italia, a la que asistieron
investigadores del ENEA y el Colegio de
Michoacán.
Hoy
en día, México es el mayor productor mundial de
nopal, que también se ha adaptado perfectamente
a las condiciones climáticas del sur de Italia,
convirtiéndose en uno de los elementos
característicos de su paisaje.
(massimo barzizza / puntodincontro.mx)
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