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de octubre de 2018
- Cada país, en función de sus condiciones
económicas, sociales, políticas, naturales y
geográficas, genera un nivel específico de
riesgo para las inversiones.
Este riesgo se mide utilizando convenciones
financieras que intentan expresar la complejidad
de los diferentes escenarios mundiales en una
cantidad numérica.
La medida más común es el spread
(diferencial de rendimiento) entre los títulos
de deuda emitidos por entidades pertenecientes a
dos países, uno de los cuales se considera
“seguro”.
Se trata, por lo tanto, de una estimación de a) la
capacidad para refinanciarse, b) el riesgo
asociado con los títulos, c) el riesgo de
insolvencia y —para los gobiernos— d) la
confiabilidad vinculada al nivel de deuda
pública y déficit.
Haz clic en la gráfica para
visualizar el PDF.
En Italia, el spread se calcula
utilizando la brecha entre las tasas de retorno
de los Bonos del Tesoro plurianuales (BTp's) y
los Bunds alemanes con vencimiento a 10 años.
Para México, en cambio, se utiliza la diferencia
entre un índice elaborado por la multinacional
de servicios financieros JP Morgan Chase & Co.
—el Índice de Bonos de Mercados Emergentes Plus
o EMBI+, compuesto por el rendimiento ponderado
de una canasta de valores gubernamentales y
privados— y el retorno de los bonos del Tesoro
estadounidense a 30 años.
Ambos
indicadores se expresan en puntos base. Cada
punto base corresponde a la centésima parte de
un punto porcentual.
Entre
octubre de 2017 y mayo de 2018, los niveles de
riesgo percibidos por los mercados para Italia y
México registraron un promedio de 139 y 183
puntos base, respectivamente, con un
comportamiento de la diferencia entre el EMBI+ y
los bonos del Tesoro en aumento para el país
latinoamericano (desde 176 a principios de
octubre de 2017 a 231 a mediados de junio de
2018) debido a la cada vez más clara tendencia
de las encuestas que favorecían, como se
confirmó posteriormente con los resultados de
las elecciones del 1 de julio, el candidato
antisistema Andrés Manuel López Obrador.
La
presión sobre el spread italiano comenzó
a manifestarse inmediatamente después de la
publicación de los primeros borradores del
contrato de gobierno entre el M5S y la Lega.
A
partir de finales de mayo, el diferencial Bund-BTp
—con una alza repentina de aproximadamente 150
puntos en pocos días— incluso superó el riesgo
del país mexicano, alcanzando los niveles más
altos tras el veto del Presidente Mattarella a
la propuesta del ministro de Economía presentada
por la alianza de los dos partidos en el
gobierno (303 puntos, 29 de mayo) y coincidiendo
con el anuncio, hace unos días, del
Documento Económico y Financiero que preveía, en
su primera versión, un déficit del 2.4% del PIB
para los próximos tres años (301 puntos, 2 de
octubre).
Al
referirse a esta cifra, el Comisionado de
Asuntos Económicos de la UE, Pierre Moscovici,
dijo: «[En Europa] tenemos reglas bastante
precisas, que dicen que el déficit nominal debe
estar por debajo del 3% y que el déficit
estructural debe mejorar. Con un 2,4% existe un
riesgo: es posible que el déficit estructural no
se encuentre en la trayectoria establecida por
el Pacto de Estabilidad y Crecimiento».
La
percepción de riesgo sobre México, en cambio,
disminuyó en los últimos días a niveles no
vistos desde febrero de este año, tras el
anuncio del acuerdo comercial trilateral con
Estados Unidos y Canadá, que representaba uno de
los mayores focos de incertidumbre para la
economía del país latinoamericano.
(massimo barzizza / puntodincontro.mx)
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