22 de diciembre de 2018 - Queridos compatriotas,

un saludo afectuoso a todas y todos ustedes que viven y trabajan en México, este gran y generoso país que nos recibe, nos alberga y en el cual damos lo mejor de nosotros para colaborar con un espíritu de amistad, fraternidad y solidaridad.

El 2018 que está a punto de terminar fue un año electoral, tanto en Italia como en México. Tanto marzo como julio tradujeron un deseo de cambio, las ganas y el anhelo de nuevas fórmulas, nuevas recetas para enfrentar los muchos desafíos que deben superarse. Ahora los equipos ya están trabajando, tanto en la Ciudad de México como en Roma, y debemos desearles a estos nuevos gobiernos todo el éxito en el interés de nuestros respectivos pueblos.

2019 será un año de renovación en las relaciones bilaterales, nos esperan muchos eventos políticos e institucionales y se abren muchas perspectivas. El Gobierno italiano y la Embajada saben que pueden contar con una comunidad activa, creativa, unida y decidida para fomentar la colaboración en las muchas áreas en las que la relación entre nuestras respectivas naciones se ha articulado durante mucho tiempo: cultura, ciencia, economía, seguridad, así como para explorar y añadir nuevos temas.

En este sentido, me gusta mencionar, como ejemplo de unidad y conexión —que a veces hace falta a un pueblo con una marcada tendencia hacia el individualismo y la creatividad como el nuestro—, el establecimiento de la Asociación de Investigadores Italianos en México, una red que incluye alrededor de 150 expertos en temas tanto científicos como humanísticos, todos de muy alto nivel.

2018 no fue un año de mera transición, se construyó, se sembró, se lograron avances significativos en el camino de una cooperación ítalo-mexicana más profunda y fructífera. En marzo celebramos el tradicional día del diseño italiano en el mundo, en mayo una importante e innovadora exposición fotográfica: “Italia, un museo al aire libre”.

El 1 de junio, el tradicional Día de la República en el hermoso Instituto Italiano de Cultura —cada vez más abierto a un público amplio y variado, que se está convirtiendo en un polo de atracción cultural, un escaparate italiano en la Ciudad de México—, fue una oportunidad para reunirse y acercarse.

A fines de junio, organizamos una importante y muy útil “reunión de sistema”, involucrando a nuestra red de talentosos cónsules honorarios, que se reunieron con las diversas instituciones que operan en la capital mexicana: Embajada, Instituto Italiano de Cultura, ICE, Cámara de Comercio, Dante Alighieri, Academia de Arte de Florencia, Com.It.Es, AIA, expertos en seguridad y científicos, todos unidos para hacer más y ofrecer mejores servicios a la comunidad y promover nuestras excelencias en este vasto territorio.

A fines de octubre, se llevó a cabo en Roma la reunión de los cónsules italianos en el mundo, en la que participó el colega Paolo Epifani, responsable de la sección consular de la Embajada.

Gracias a sus numerosas misiones para recolectar huellas dactilares en los consulados honorarios —y gracias al envío de estaciones móviles a Guadalajara y Playa del Carmen para la misma función—, los tiempos de espera para obtener citas en la Embajada para la expedición de pasaportes se redujo de 6/7 meses a menos de 3 meses.

Un logro que hay que apreciar, pero sobre todo un incentivo para hacer más y mejor, no descansar en laureles y escuchar sugerencias y, por qué no, críticas, cuando son constructivas, por parte de los usuarios.

Octubre, noviembre y principios de diciembre fueron meses intensos, durante los cuales trabajamos arduamente para promover la imagen de nuestra gran patria en México.

Organizamos, uniendo las fuerzas del sistema Italia, tres exposiciones de diseño que están registrando un gran éxito de público en Bellas Artes, el Museo Carrillo Gil y el Museo Mexicano del Diseño.

En octubre se celebró la semana de la lengua italiana y, en noviembre, la tercera edición de la semana de cocina italiana de calidad, con tres cenas de gala, varias clases magistrales, conferencias y la participación de muchos restaurantes, con una considerable cobertura mediática y asistencia de público.

A fines de noviembre, la Cámara de Comercio celebró el Premio Italia-México, en reconocimiento a los empresarios que destacaron por su trabajo en el sector de alimentos y vinos.

Finalmente, el gobierno italiano estuvo representado en la ceremonia de toma de posesión del presidente López Obrador por el subsecretario Ricardo Merlo, quien quiso reunirse con representantes de la comunidad y prometió intensificar, en el transcurso de 2019, el diálogo y la colaboración con el nuevo gobierno mexicano y promover la realización de una misión gubernamental-empresarial para explorar los sectores en los que existe la posibilidad de integración y cooperación.

Mi resumen no estaría completo sin un cálido y sincero agradecimiento a mis colegas de la Embajada, a todo el personal de la cancillería, a los jefes de las entidades y oficinas que conforman el Sistema Italia en México y a los cónsules honorarios, que trabajan con inteligencia, pasión, abnegación para mantener alto el nombre de Italia.

Me siento humildemente honrado y privilegiado de ser responsable de este equipo y servidor de una comunidad vibrante que expresa las mejores cualidades de la italianidad que consolida su presencia en todo el mundo: ingenio, imaginación, flexibilidad, generosidad, solidaridad, así como ausencia de prejuicios y de estrechez mental.

Les deseo a todas y a todos ustedes, a sus seres queridos y a sus familias, que pasen unas vacaciones de Navidad y Año Nuevo serenas y bien merecidas, pero me gustaría exhortarlos ya a partir del 2 de enero —o a más tardar del día 7, después de la Epifanía—, a que se arremanguen, porque nos espera un intenso 2019, activos en un país que nos mira con interés y admiración y espera hacer más con nosotros, si podemos —como estoy seguro— cumplir con estas expectativas.

(luigi maccotta / puntodincontro.mx)