ECONOMÍA Y FINANZAS
 

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24 de abril de 2019 - En una entrevista publicada hace unos días por el periódico Il Messaggero, el presidente de Fruitimprese, Marco Salvi, destacando las dificultades a las que se enfrenta la exportación de fruta fresca proveniente de la bota, declaró que «hace más de diez años que no se firman acuerdos bilaterales con nuevas naciones. Hay países, por ejemplo México, donde Italia no puede exportar nada».

Fruitimprese, desde hace más de 60 años al servicio del sector de frutas y hortalizas, favorece el desarrollo de empresas dedicadas a la exportación e importación en un sector que a lo largo del tiempo ha contribuido significativamente al éxito del Made in Italy en el mundo.

Puntodincontro quiso profundizar sobre este tema y formuló algunas preguntas al coordinador nacional de la asociación, Carlo Bianchi.

¿Cuáles son los factores que impiden que Italia exporte frutas y verduras a México?

En muchos países existen barreras fitosanitarias —las llamadas barreras no arancelarias— para defender la producción local de insectos y parásitos presentes en Europa y no en el país de destino. El caso más conocido es la “mosca mediterránea”. El problema se puede eliminar mediante acuerdos bilaterales que prevén tratamientos especiales —como por ejemplo el cold treatment o procesamiento de temperatura— que se aplican a los productos y a los envases y matan de manera efectiva a los insectos y/o larvas que podrían estar presentes. Estos acuerdos, antes de ser firmados, requieren mucho tiempo y numerosas inspecciones de las áreas de producción y de las plantas de procesamiento y empaque.

¿Quién está a cargo de iniciar las negociaciones para un acuerdo bilateral?

Todo surge de la solicitud de operadores que han verificado el interés del país en importar ciertos productos. La negociación tiene lugar en dos niveles: uno “político” y otro técnico. El más importante es el técnico, que es administrado por el MiPAAFT —el Ministerio italiano de Políticas Agrícolas Alimentarias, Forestales y de Turismo— que cuenta con una oficina fitosanitaria responsable. Entonces se comienza a elaborar un expediente con la contraparte hasta su definición y firma. El nivel político normalmente es responsabilidad de la Embajada de Italia en el país de destino, que debe dar el impulso para concretarlo lo más rápidamente posible.

¿Tiene sentido tal iniciativa para un país como México que puede tener, en ciertas áreas específicas, grandes ventajas competitivas en la producción de frutas y verduras en comparación con Italia?

Recibimos varias solicitudes de importadores mexicanos que mostraron cierto interés especialmente por los kiwis, pero también por las manzanas. En este momento parece que importan estos productos de los Estados Unidos y de algunos países de América del Sur, en particular Chile y Argentina.

(massimo barzizza / puntodincontro.mx)

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