1 de noviembre de 2019 - Girolamo Prigione, el italiano que cambió las relaciones entre iglesia católica y gobierno mexicano es el título de la conferencia que Martha Belén Zúñiga Contreras y Andrea Mutolo, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, impartirán el 11 de noviembre en el Instituto italiano de Cultura de Coyoacán en ocasión de la IV reunión anual de los investigadores italianos en México.

En la noche del 27 de mayo de 2016, en la residencia para ancianos Orchidea en via Don Giovanni Rizzanti en Alessandria, Italia, Prigione murió a la edad de 94 años. La noticia pasó casi desapercibida en en su país, pero atrajo la atención de los medios de comunicación, —incluyendo Puntodincontro— de todo México.

Su largo período como delegado y luego nuncio apostólico en el país latinoamericano, que duró diecinueve años —muy inusual para un representante diplomático de la Santa Sede— vio la restauración de las relaciones diplomáticas con el Vaticano y modificaciones importantes en la Constitución y las leyes mexicanas, de las cuales fueron eliminados los artículos anticlericales.

Pero su estadía también generó controversia: según algunas versiones, Prigione recibió en su residencia a los hermanos Arellano Félix, quienes dirigían la organización criminal del cartel de Tijuana, y estuvo involucrado en el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, que tuvo lugar en el aeropuerto internacional de Guadalajara el 24 de mayo de 1993. Pocos meses después, el cardenal Ernesto Corripio Ahumada, en una carta dirigida al Papa Juan Pablo II el 15 de diciembre de 1993, denunció al nuncio como un hombre de «actitudes arrogantes y comprometido con los grupos de poder y dinero».

Tras haber renunciado a la Nunciatura en abril de 1997 por haber alcanzado el límite de edad, Prigione pasó los últimos años en su ciudad natal, Castellazzo Bormida, y casi hasta el final estuvo activo en las actividades de la diócesis local. En una de sus últimas apariciones públicas, el 3 de marzo de 2015, fue recibido en audiencia por el Papa Francisco.

(massimo barzizza / puntodincontro.mx)