5 de agosto de 2020 (17:38 hrs.) - Richi tiene 17 años y viene de Honduras. Como tantos jóvenes centroamericanos, soñaba con llegar a los Estados Unidos.

Cruzó México tras haberse subido a la “Bestia”, el tren de carga que sale todos los días desde Chiapas al que se aferran miles de migrantes para llegar al cruce de Tijuana. Richi no lo logró. Escapó de la policía fronteriza y ahora su “hogar” es el centro FM4 Paso Libre.

Aquí termina su sueño estadounidense, pero comienza una nueva vida. Puede contar con el apoyo de AVSI México, que acaba de iniciar un proyecto cofinanciado por la Unión Europea en los estados de Oaxaca y Jalisco en el delicado proceso de integración. Una integración digna.

Richi, 17 años, refugiado hondureño en México.

Para los migrantes centroamericanos, México era considerado un país de tránsito, pero en los últimos años los albergues en la ruta migratoria se enfrentan a una nueva situación: hay cada vez más niños, niñas y adolescentes que tocan sus puertas y el tiempo de permanencia en sus espacios puede llegar hasta los 6-8 meses.

Números que crecen desde el inicio de las "Caravanas Migrantes", flujos masivos provenientes de Centroamérica organizados para llegar a Estados Unidos de manera colectiva. A través de una serie de llamamientos realizados en las redes sociales, miles de personas se han reunido, alcanzando números nunca antes vistos: la primera caravana, que llegó a México a fines de octubre de 2018, contaba con unas 7 mil personas.

A principios de 2019, el refugio FM4 Paso Libre recibió a 562 niños y adolescentes migrantes, un 95% más que el número total de niños y adolescentes en 2018.

AVSI (Fundación AVSI y AVSI México AC) en colaboración con la organización mexicana FM4 Paso Libre y con el apoyo financiero de la Unión Europea, lanzó el proyecto trienal “Inclusión con dignidad” para apoyar a más de 500 niños, niñas y adolescentes migrantes, 4 albergues, 120 activistas de derechos humanos y 16 escuelas públicas y privadas en los estados de Oaxaca y Jalisco. La intervención incluye el diseño, promoción e implementación de un modelo de cuidado alternativo.

«Un componente importante de la acción» —comenta Rossana Stanchi de AVSI México— «es la sensibilización de las escuelas, de la sociedad civil y de la opinión pública sobre la situación que viven estos niños, que llegan principalmente de Honduras, El Salvador y Guatemala. Huyen solos de países que se encuentran entre los más violentos del mundo. Sin el cuidado de la comunidad que los recibe, es imposible imaginar un proceso de integración digno para ellos».

Además de garantizar el alojamiento para los niños, el proyecto tiene como objetivo crear nuevas alianzas entre las instituciones públicas y el sector privado, tanto a nivel nacional como internacional, para desarrollar protocolos que garanticen la protección de sus derechos.

AVSI es una organización no gubernamental sin fines de lucro fundada en Cesena, Italia, en 1972, y dedicada a proyectos de cooperación al desarrollo y ayuda humanitaria en 33 países. Está presente en México desde 1987 y es reconocida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia como ONG, inscrita en la lista de organizaciones de la sociedad civil y en la lista de la Agencia Tributaria como organización sin fines de lucro.

(letzi sánchez / puntodincontro.mx / adaptación y traducción al español de massimo barzizza)