5 de enero de 2020 - Por primera vez en su historia, la revista Vogue Italia renuncia al uso de modelos y fotos de ropa y las sustituye con dibujos e ilustraciones de artistas conocidos, como Milo Manara, y de otros talentos, poniendo la creatividad al servicio de la sostenibilidad en una edición especial que saldrá a la venta el 7 de enero.

El monto ahorrado será destinado a la restauración de la fundación sin fines de lucro Querini Stampalia de Venecia, dañada por las recientes inundaciones.

«Todas las portadas y los reportajes de la edición de enero» —escribe el director Emanuele Farneti en el editorial— «fueron creadas por artistas conocidos y emergentes, nombres del arte y leyendas de los cómics, que describieron la moda sin viajar, sin enviar armarios y sin contaminar. El reto es demostrar que es posible describir la ropa sin fotografiarla. Es la primera vez: Vogue Italia nunca había tenido una portada ilustrada y ningún Vogue, desde que existe la fotografía, había publicado un número sin utilizarla. Gracias a la generosidad de estos artistas, la cantidad ahorrada en la producción de Vogue Italia de enero se donará a un proyecto que realmente necesita apoyo: la restauración de la fundación sin fines de lucro Querini Stampalia de Venecia, muy dañada por las mareas del pasado mes de noviembre».

El único reportaje fotográfico incluido en el número fue realizado por dos fotógrafas de 17 años de edad y fue elegido porque «son los ojos del mañana prestados a nuestro presente».

Farneti explicó cuán cara, en términos de producción, es cada edición de la revista, comparando la de septiembre —generalmente la más voluminosa del año— con este número de enero: «Participaron ciento cincuenta personas, aproximadamente veinte vuelos y diez trenes. Cuarenta coches a disposición. Sesenta envíos internacionales. Al menos diez horas de luces encendidas continuamente, en parte alimentadas por generadores de gasolina. Desperdicio de alimentos en los servicios de comidas. Plástico para envolver la ropa. Electricidad para recargar teléfonos y cámaras. En cambio, para esta edición la ropa fue descrita sin fotografiarla, renunciando a viajes, envíos y contaminación. Los artistas retrataron rostros y cuerpos de mujeres reales, vestidas y maquilladas con la ayuda de estilistas (las personas que eligen la ropa de las modelos y el escenario en los servicios de moda)».

(massimo barzizza / puntodincontro.mx)