16 de agosto de 2015
- A la cabeza de todas las encuestas acerca
de los 17 republicanos que aspiran a la
candidatura a la Casa Blanca, Donald Trump
sigue protagonizando los titulares de los
medios de comunicación con sus
declaraciones. En la última hizo dos
anuncios: el primero es que «si es
necesario», se gastará hasta mil millones de
dólares para la campaña porque, a diferencia
de los otros candidatos, dice, no necesita
financiamiento por lo que no estará
condicionado por los grupos de presión:
«Gano 400 millones al año, así que...». La
segunda es que una vez llegado a la Casa
Blanca, su primer acto será revocar los
decretos presidenciales de Barack Obama
sobre la inmigración y expulsar a todos los
extranjeros indocumentados, que se estiman
en alrededor de 11 millones, más de la mitad
de los cuales —aproximadamente el 60%— de
nacionalidad mexicana.
Las remesas
que estos trabajadores envían a sus familias
constituyen una importante fuente de
ingresos para el país de los aztecas, junto
con las exportaciones de petróleo y la
inversión extranjera directa. Este año se
espera que puedan llegar —entre los envíos
de los empleados ilegales y los de los
residentes oficiales— a los 24,500 millones
de dólares, por lo que las consecuencias de
una política como la anunciada por el
magnate estadounidense serían desastrosas al
sur del Río Bravo, además del efecto que
tendría en la tasa de desempleo.
Pero —aun
admitiendo que Trump pueda alcanzar una
candidatura y ganar en 2016— el esfuerzo por
mantener sus promesas podría ser mayor de lo
que parece. Deportar a muchas personas
significa que el gobierno de Estados Unidos
primero tendría que encontrarlas, una tarea
no necesariamente fácil, que —junto con las
consideraciones humanitarias y de política
internacional que acompañarían la aplicación
de una decisión de tal envergadura— crea muchas
dudas acerca de la viabilidad real de estas
propuestas.
Deportar a todos «es
impracticable y la gran mayoría de los
estadounidenses se oponen a ello», dijo
Clint Bolick, abogado de Arizona, co-autor
del libro “Immigration wars, forging an
american solution” con Jeb Bush, ex
gobernador de Florida y también aspirante en
el partido republicano a la presidencia de
los Estados Unidos.
(massimo
barzizza / puntodincontro.mx)
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