Rossini Opera Festival 2015: como siempre, un éxito.

 

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1 de septiembre de 2015 - El Festival de Ópera Rossini es un evento internacional que se celebra en agosto de cada año en Pesaro, el lugar de nacimiento del Gioachino Rossini. Su objetivo, además de estudiar la herencia musical del compositor, es revivir y llevar a cabo su trabajo en un ambiente único que permite la colaboración de académicos, artistas y del público. A menudo se le llama simplemente “ROF”. También este año, nuestro corresponsal en Italia Paola Cecchini asistió a las representaciones y a continuación reportamos sus comentarios.

Era el 28 de agosto de 1980 y “La urraca ladrona” (La gazza ladra, ópera semiseria escrita por el compositor de Pésaro en 1817 con libreto de Giovanni Gherardini) abrió la primera edición del Festival de Ópera de Rossini (Rossini Opera Festival, ó ROF). La dirección fue de Sandro Sequi (escenografía y vestuario de Giuseppe Crisolini), mientras que en el podio fue llamado el gran Gianandrea Gavazzeni que dirigió la orquesta ROF y el British Choir Abroad (Maestro Martin Bruce). Han pasado tantos años...

El espectáculo con el cual se inauguró el pasado 10 de agosto la edición 2015 —que llegó este año a su 36a temporada (con réplicas los días 13, 16 y 19)— revivió la puesta en escena del veneciano Damiano Michieletto del 2007: en aquella época el público estaba poco acostumbrado a los enormes y multiformes haces de luz, a las ambientaciones oscuras (escenas de Paolo Fantin, vestuario de Carla Teti, luces de Alessandro Carletti), al escenario invadido por los tubos y a la lluvia que cae sobre los cantantes gracias a los efectos especiales.

Hubo varias expresiones de desacuerdo en este sentido, pero el espectáculo representó el bautismo de fuego para el joven director, en aquél entonces de treinta y dos años (enfant terrible de la ópera) en su segunda aparición en el festival: había dirigido tres años antes, en el contexto de “El triunfo de las farsas” (la sección dedicada por los compositores contemporáneos a Rossini, entonces famosos y ahora olvidados) “Il trionfo delle belle” (el triunfo de las bellas), un drama heroico-cómico con música de Stefano Pavesi y libreto de Gaetano Rossi.

“La urraca de las maravillas” —como se le llamó— atrajo de inmediato la atención de los críticos que otorgaron al autor el prestigioso premio Abbiati al mejor espectáculo del año y lo llevó a los teatros de todo el mundo (al parece ya tiene compromisos firmados hasta el 2020).

La urraca 2015 - apreciada por todos - se ha demostrado ser resistente al tiempo y no ha perdido la frescura que la caracterizaba. En lugar de la Haydn di Bolzano dirigida por Lu Jia, estuvo la Orquesta del Teatro Comunale de Bolonia (una presencia constante en el festival desde 1987) y el Coro del mismo teatro (Maestro Andrea Faidutti) dirigidos por Donato Renzetti en su decimocuarta presencia en el ROF (debutó en 1981 con “La italiana en Argel”). El reparto estuvo a la altura de la calidad de la presentación: entre todos, en mi opinión, destacó Alex Esposito como el padre de Ninette, Fernando Villabella.

Regresó al ROF, después de 21 años, “El engaño afortunado”, tercera obra del compositor, que en ese entonces tenía veinte años (después de “El contrato de matrimonio” y “El curioso malentendido”), que fue su primer gran éxito.

La obra fue presentada el 11 de agosto (y repetida el 15, 18 y 21) con la puesta en escena de 1994, que marcó el debut en el Festival de Graham Vick, el director inglés (nacido en Birkenhead en 1953) que coordinó en años posteriores presentaciones tan memorables como “Moïse et Pharaon” (1997), “Moisés en Egipto” (2011) y “Guillaume Tell” (2013).

También en este caso, no parece que hayan pasado tantos años desde la primera puesta en escena: La representación no ha perdido su brillantez y mucho menos parece un “refrito, como se acostumbra definirlos.

El entonces joven director (junto con el igualmente joven Richard Hudson que se había hecho cargo de la escenografía y el vestuario, mientras que el diseño y la iluminación llevan la firma de Matthew Richardson) supo representar con delicadeza una historia de cuento de hadas, donde las virtudes y la la honestidad son recompensados al final cuando las desgracias sufridas durante mucho tiempo son derrotadas y los malos son castigados. Justo como las abuelas nos contaban a las de niñas hace unos años.

Completamente nueva, en cambio, “La gazzetta” (representada los días 12, 14, 17 y 20 de agosto). Después de los fuegos artificiales provocados por la puesta en escena de Dario Fo hace catorce años (gran frenesí en el escenario con una serie imparable de ocurrencias muy divertidas), el director milanés Marco Carniti presentó su versión de la obra: esencial, refinada y al mismo tiempo divertida y actual.

Desde el principio me impactó la sofisticación de las escenas (Manuela Gasperoni) y del vestuario curado por María Filippi en tonos de blanco, negro y gris (desde el perla hasta la antracita). Estamos en París al principio de los años cincuenta: la primera escena se abre con dos modelos que desfilan en la pasarela vistiendo ropa de estilo Saint Laurent (de hecho Lisette, la protagonista, es una “víctima de la moda”).

«Puede parecer una Gazzetta minimalista y de hecho lo es, pero no por restricciones presupuestales: la habría hecho así aunque hubiese tenido un millón de euros», aclaró el director al encontrarse con la prensa y el público.

«Creo que el mundo de la ópera lo más importante es la música: no se pueden confundir los niveles narrativos y sobre todo los lenguajes: todo tiene su propia especificidad Para mí, los intérpretes son como los atletas olímpicos a los que no se les debe pedir más que lo que saben hacer», dijo el director que, teatralmente, se formó junto a Giorgio Strehler en el Piccolo Teatro de Milán (asistente de dirección durante 6 años) y en la UCLA de Los Ángeles, donde estudió con J. Grotowski y Bob Wilson y es, por lo tanto, «más inclinado a simplificar, más que a atiborrar el escenario».

El ROF incluyó, también, una serie de conciertos de bel canto y varios encuentros, además de la Misa de Gloria (1820), dirigida por Donato Renzetti, con un elenco brillante en el que participaron Juan Diego Flórez y Jessica Pratt en Stabat Mater (secuencia litúrgica en música escrita en 1842) que —dirigida por Michele Mariotti— cerró el evento el pasado 22 de agosto con una videoproyección en vivo desde la Piazza del Popolo.

Un gran éxito de público y crítica, a pesar del presupuesto cada vez más limitado. La programación de 2016 prevé “Ciro en Babilonia" (1812), "El turco en Italia" (1814) y “La Dama del Lago” (1819).

Es todo desde Pésaro. Hasta el próximo año!

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(paola cecchini / puntodincontro.mx / adaptación y traducción al español de massimo barzizza)