27 de diciembre de 2015 -
Las
seis domus restauradas en Pompeya y el
descubrimiento del gran Tzompantli de
Tenochtitlan fueron, sin duda, los eventos
arqueológicos más importantes en Italia y en
México en el 2015.
Los
edificios recuperados en la antigua ciudad
romana sepultada por la erupción del Vesubio en
el año 79 de nuestra era, inaugurados hace unos
días por el primer ministro Renzi e
inmediatamente accesibles para el público, son
la “Fullonica de Stephanus”, la “Casa del porche
simulado”, la “Casa de Paquius Próculo”, la
“Casa del Sacerdos Amandus”, la “Casa de Fabius
Amandio” y la “Casa de Efebo”. Además, desde el
26 de diciembre hasta el 10 enero, se ofrecerán
a los turistas dos nuevas rutas, que llevarán a
los visitantes a descubrir las construcciones
recién restauradas y otras áreas normalmente
cerradas al público. La restauración de las
viviendas fue realizada por la Superintendencia
de Pompeya, Herculano y Stabia con fondos del
Gran Proyecto Pompeya, que ascienden a 105
millones de euros y que están regresando a su
antiguo esplendor a este recinto
arqueológico, uno de sitios los más visitados en
el mundo, después de años de colapso y daños
causados por la falta de mantenimiento.
Del
otro lado del Atlántico, en la Ciudad de México,
el pasado 20 de agosto se anunció la
localización —a dos metros de profundidad en las
calles del centro histórico— de una plataforma
rectangular con una longitud estimada en más de
34 metros, en cuyo núcleo se encuentra un
elemento circular elaborado de cráneos humanos
unidos con argamasa de cal, arena y gravilla de
tezontle. Los especialistas del Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH) han
identificado el hallazgo como “el gran
Tzompantli de México-Tenochtitlan”. Los
tzompantlis eran estructuras formadas por postes
o vigas de madera en los que se ensartaban los
cráneos perforados de las víctimas de los
sacrificios.
(massimo barzizza
/
puntodincontro.mx)
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