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1 de abril de 2016 - En estos días, los ciudadanos italianos residentes en México recibirán en su casa las boletas de votación para el “referendum sulle trivellazioni” (referéndum sobre las perforaciones), es decir, la consulta popular que pide la anulación del apartado 17 del artículo 6 del Decreto Legislativo 152 de 3 de abril de 2006 sobre normas en materia de medio ambiente.

El referéndum fue promovido por nueve regiones italianas contra los proyectos petroleros en aguas territoriales y cuenta con el apoyo de muchos grupos ambientalistas y del movimiento NoTriv. Las regiones promotoras son Basilicata, Marche, Puglia, Cerdeña, Veneto, Calabria, Liguria, Campania y Molise.

La pregunta que debe ser respondida es: “¿Quieren que, cuando expiren las concesiones, se detenga la explotación de los yacimientos activos en aguas territoriales italianas aunque todavía haya gas o petróleo?”. Si no desea que prosigan las actividades dentro de las 12 millas de la costa, hay que votar “sí”. Al votar “no”, se manifiesta el deseo de mantener la legislación vigente. El referéndum será válido sólo si se alcanza el quórum, es decir, si vota el 50 por ciento más uno de los derechohabientes, según lo dispuesto por la Constitución italiana.

Información sobre las concesiones existentes

Actualmente, en Italia las concesiones para la exploración y extracción marina de hidrocarburos son en total 69. Sólo 35 de ellas se encuentran dentro de las 12 millas. De éstas, 3 son inactivas, 5 resultaron improductivas en 2015 y una (Ombrina Mare, frente a la costa de Abruzzo) se encuentra suspendida hasta finales de 2016. Son productivas 26 concesiones con un total de 79 plataformas (según algunas fuentes son 92) que extraen petróleo de 463 pozos submarinos. La mayoría están situadas en el mar Adriático correspondiente a las Regiones Emilia-Romagna y Marche (47 plataformas que explotan 319 pozos). Siguen el mar Adriático de la Región Abruzzo (22 plataformas conectadas a 70 pozos), el Mar Jónico (5 plataformas y 29 pozos) y el Canal de Sicilia (5 plataformas y 45 pozos).

Según los datos publicados por el semanario “L’Espresso”, en 2015 estas plataformas aportaron el 28,1 por ciento de la producción nacional de gas y el 10 por ciento de la de petróleo.

Las plataformas son principalmente de Eni. La compañía estatal italiana controla la mayoría de las plantas, mientras la francesa Edison posee 15 la inglesa Rockhopper una.

Los permisos otorgados por el Estado a las empresas tienen un plazo inicial de treinta años, renovable la primera vez por otros diez, la segundo por cinco y la tercera por otros cinco. Si ganara el “sí”, el primer cierre de una plataforma se llevaría a cabo dentro de dos años, y para la última habría que esperar hasta el 2034, fecha en la que expirta la licencia concedida a Eni y a Edison para perforar en frente de Gela, en Sicilia.

Las dos posiciones en resumen

Para los partidarios del “sí”, el medio ambiente resulta fuertemente dañado por la exploración del fondo marino a través utilizando el “air gun”, un chorro de oxígeno a muy alta presión que es hoy en día el método más común para los estudios sísmicos marinos. Además, las ganancias son sólo para las compañías petrolíferas y el crudo relacionado con estas actividades es de todas formas insuficiente para las necesidades italianas. Las reservas equivalen a 6-7 semanas de consumo de petróleo y a 6 meses de consumo de gas.

Para quienes apoyan el “no”, detener las extracciones significaría la pérdida de las inversiones y de los empleos generados por las 79 (o 92) plataformas de perforación actualmente activas. Además, el riesgo de accidentes en este sector es muy bajo: sólo uno en los últimos 65 años (en Rávena en 1965).

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(massimo barzizza / puntodincontro.mx)