México, un equipo guíado por una italiana descubre el “viento” que apaga las estrellas.

 

bullet

Leggi questo articolo in italiano.

 

19 de enero de 2016 - Una verdadera tormenta galáctica procedente de un agujero negro que puede acabar con el gas primordial en el que nacen las estrellas. Es el descubrimiento de un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica de Puebla (INAOE), en México, liderado por la italiana Anna Lía Longinotti. En esta investigación participaron también Y. Krongold (Instituto de Astronomía, Universidad Nacional Autónoma de México), M. Guainazzi (ESAC, Madrid, España), Marcello Giroletti (INAF, Istituto di Radioastronomia, Bologna, Italia), Francesca Panessa (INAF-IAPS Roma, Italia), E. Costantini (SRON, Utrecht, Olanda), M. Santos Lleo (ESAC, Madrid, España) y P. Rodríguez Pascual (ESAC, Madrid, España).

Los investigadores identificaron por primera vez un “viento”, rico en oxígeno, de 33 mil kilómetros por segundo, alrededor de una décima parte de la velocidad de la luz, que sale del agujero negro de la galaxia IRAS 17020+4544, muy similar a nuestra Vía Láctea.

Debido a un fenómeno llamado “retroalimentación”, este huracán de partículas puede acabar con el gas presente en la galaxia que, por lo tanto, no logra espesarse y encenderse, creando nuevas estrellas.

Hasta hoy, fenómenos similares eran observables sólo en caso de cataclismos cósmicos, como la colisión entre galaxias, y casi siempre se encontraban asociados con la presencia de átomos muy pesados, como el hierro.

Este descubrimiento, sin embargo, cambia todo. Por primera vez, de hecho, se observó que el viento es rico en oxígeno.

Los resultados de este proyecto fueron publicados recientemente en el Astrophysical Journal Letters.

«Este fenómeno es conocido como UFO, iniciales de “ultra fast outflows”» —explicó la Dra. Longinotti— «y se trata de vientos de gas expulsados por agujeros negros supermasivos que alcanzan velocidades del diez o veinte por ciento de la velocidad de la luz. Es un fenómeno relativamente nuevo, que se ha observado desde hace apenas cinco años principalmente en rayos X, en datos de baja resolución, que no tienen la calidad para identificar las diferentes líneas de absorción por las cuales está formado. En nuestro proyecto estudiamos la galaxia IRAS 17020+4544 con un instrumento de alta resolución, el espectrómetro RGS (Reflecting Grating Spectrometer) situado a bordo del observatorio espacial XMM-Newton de la ESA (Agencia Espacial Europea). Gracias a la mejor calidad de los datos, detectamos una serie de líneas que nunca se habían observado y, de hecho, cuando las vimos por primera vez, no las reconocimos, nos costó bastante trabajo entender que se trataba de un UFO. Varios integrantes del equipo habíamos ya trabajado con espectros de alta resolución y nadie había visto algo así», añadió Longinotti.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
bullet Haz clic aquí para leer los demás artículos de la sección “Ciencia y tecnología”.

 

(massimo barzizza / puntodincontro.mx)