15 de noviembre de 2017
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Tras
71 años de provisionalidad, el Himno de Mameli,
o más bien “El canto de los italianos”, se
convirtió oficialmente en el himno de la
República Italiana.
La
Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado
aprobó hoy el proyecto de ley para su
institucionalización en una sesión de
deliberación, luego de que el homónimo comité de
la Cámara de Diputados diera su aprobación a la
medida el pasado 25 de octubre. Goffredo Mameli
escribió el texto del “Canto de los italianos”
en septiembre de 1847, pocos días después de
haber cumplido los veinte años de edad, y
Michele Novaro lo musicó el 24 de noviembre
siguiente.
Casi
un siglo después, el 12 de octubre de 1946, el
Consejo de Ministros, coordinado por Alcide De
Gasperi, autorizó temporalmente su uso como
himno nacional de la República Italiana. «A
propuesta del Ministro de Guerra», se lee en el
acta de esa lejana reunión, «se decidió que el
juramento de las Fuerzas Armadas ante la
República y su Jefe se llevará a cabo el próximo
4 de noviembre y que, provisionalmente, el himno
de Mameli será adoptado como himno nacional». A
partir de ese momento, ninguna ley lo había
convertido, hasta hoy, en definitivo.
En lo
que se refiere a la fecha exacta de la
composición del texto, no hay acuerdo: según
algunos estudiosos, el himno fue escrito por
Mameli el 10 de septiembre de 1847, mientras
que, según otros, la fecha de nacimiento de la
primera versión corresponde a dos días antes, el
8 de septiembre.
Entre
los partidarios de la segunda hipótesis se
encuentra Giosuè Carducci —primer italiano en
ganar el Premio Nobel de Literatura en 1906 y
fundador de la Sociedad Dante Alighieri—, quien
resumió como sigue el contexto histórico en el
que nació el “Canto degli Italiani”: «[...] Fue
compuesto el 8 de septiembre del cuarenta y
siete, con motivo de una primera insurrección en
Génova a favor de las reformas y la guardia
civil; y pronto se convirtió en el himno de
Italia, el himno de la unión y la independencia,
que resonó en todas las tierras y en todos los
campos de batalla de la península en 1848 y 1849
[...]».
Después de descartar la idea de adaptarlo a
melodías ya existentes, el 10 de noviembre de
1847, Goffredo Mameli envió el texto a Turín,
para que el maestro genovés Michele Novaro, que
en ese momento se encontraba en la casa del
patriota Lorenzo Valerio, le pusiera música.
Novaro fue inmediatamente conquistado por el
escrito y, dos semanas después, decidió ponerse
a trabajar.
Así
Anton Giulio Barrili, patriota y poeta, recordó
en noviembre de 1875, durante una conmemoración
para Mameli, las palabras de Novaro sobre el
nacimiento de la melodía: «[...] Me senté frente
al clavecín, con las líneas de Goffredo en el
atril, y empecé a tocar, asesinando con mis
dedos a ese pobre instrumento, manteniendo
la mirada fija en el himno e improvisando frases
melódicas, una tras otra, pero lejos mil millas
de la idea de que podrían adaptarse a esas
palabras. Me levanté, sintiéndome infeliz
conmigo mismo, y me quedé unos momentos más en
casa de Valerio, pero siempre con esos versos
frente a los ojos de mi mente. Vi que no había
remedio, me despedí y me fui corriendo a casa.
Allí, sin siquiera quitarme el sombrero, me
abalancé sobre el piano. Recordé la melodía que
había tocado en casa Valerio: la escribí en una
hoja de papel, la primera que que encontré. En
plena agitación, tiré la linterna sobre el
clavicordio y, en consecuencia, también sobre la
desafortunada hoja. Ese fue el original del
Himno “Fratelli d'Italia” [...]».