11 de octubre de 2019 - Las estadísticas italianas y mexicanas sobre el consumo de agua embotellada ocultan peculiaridades culturales que no son evidentes a primera vista.

La calidad del agua del grifo en el país de la bota se encuentra entre las mejores de Europa, sin embargo, según los datos de Censis —instituto de investigación socioeconómica fundado en 1964—, el 62% de las familias prefieren el agua en botella, gastando alrededor de 240 euros al año.

Cada italiano, en promedio, bebe 208 litros de agua embotellada cada 12 meses, dato que pone al Bel Paese en primer lugar en Europa, donde el promedio es de 106 litros, y en el segundo a nivel mundial después de México (244 litros per cápita).

En tierra azteca, sin embargo, este consumo casi siempre está relacionado con la preparación de bebidas dulces (agua de jamaica, limón, tamarindo, horchata, etc.), café americano —correspondiente en cantidad de agua a al menos tres tazas de café expreso— y varios tipos de té e infusiones, un comportamiento compatible con el primer lugar mundial del país en el consumo de refrescos.

En febrero pasado, la Unión Europea emitió una nueva directiva para reducir drásticamente el uso de agua embotellada: todos los días en Italia se usan 30 millones de botellas de plástico y 7 de vidrio, con el resultado de que en un año 13,5 mil millones de botellas se convierten en residuos que deben ser tratados.

(ansa.it / puntodincontro.mx / adaptación y traducción al español de massimo barzizza)