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18 de abril de 2020 (18:27 hrs.) - «Hoy hace 514 años en la majestuosa e imponente Roma, la “Città Eterna”, el Papa Julio II ponía la primera piedra de la Basílica de San Pedro en el [que hoy es el Estado del] Vaticano. Su construcción tardó 112 años, terminando en 1626. Incluso en la triste y desierta Roma de la pandemia de Covid-19, ¡su belleza brilla!». Son palabras del Embajador de México en Italia, Carlos García de Alba, difundidas hace algunas horas a través de su cuenta de Twitter.
En efecto, la construcción de la mayor de las cuatro basílicas papales de Roma, a menudo descrita como la iglesia más grande del mundo y centro del catolicismo, comenzó el 18 de abril de 1506 bajo el Papa Julio II, conocido como “el Papa guerrero” o “el Papa terrible”, uno de los pontífices más famosos del Renacimineto, a quien también se atribuye la fundación de los Museos Vaticanos. Los planos originales de la basílica fueron encontrados en 1866 por el historiador de arte austriaco Heinrich von Geymüller. El imponente templo es en realidad una reconstrucción, dado que en el mismo sitio se encontraba otro desde el siglo IV, construido por el emperador romano Constantino I en la zona ocupada por el circo de Nerón y una necrópolis contigua donde la tradición dice que San Pedro, el primero de los apóstoles de Jesús, había sido enterrado después de su crucifixión.
Impartición de la bendición papal desde la logia de San Pedro. Al fondo, el tambor de la antigua basílica y la cúpula en construcción. A la derecha el Vaticano. Grabado del siglo XVI, análogo al fresco de la coronación de Sixto V (1585) en la Biblioteca del Vaticano.
(massimo barzizza / puntodincontro.mx)
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