8 de junio de 2020 (19:05 hrs.) - La crisis sanitaria del nuevo coronavirus le costará a la economía de México 7.5 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2020. Esto es lo que escribe el Banco Mundial (BM) en el informe de junio sobre las perspectivas económicas globales, publicado hoy, estimando para 2021 un repunte del 3 por ciento. La estimación empeora la contracción del 6 por ciento difundida en abril aunque agrega medio punto porcentual a la recuperación para el siguiente año.

En términos más generales, la economía de la región latinoamericana se contraerá 7.2 por ciento en 2020. La recesión, dice, será mucho más profunda que la experimentada durante la crisis financiera de 2008-2009 y durante la crisis de deuda de la década de 1980. Según el organismo financiero multilateral, la actividad económica se desplomará a su nivel más bajo en el segundo trimestre del año, cuando las medidas de mitigación están en su nivel más alto. La emergencia de salud, continúa el estudio, se acompaña del colapso de los precios de las materias primas, que está afectando fuertemente a algunos países de la región, especialmente a los productores de crudo y gas, y a un empeoramiento de las condiciones financieras, con grandes salidas de capitales de las grandes economías y primas de riesgo en los mercados de bonos soberanos más altas que a principios de 2020.

Aumentan, por lo tanto, los reportes negativos de observadores e institutos sobre el futuro de la economía mexicana. En el informe trimestral preparado por el banco central (Banco de México o Banxico) se habla de una caída del PIB de hasta 8.8 por ciento. La autoridad monetaria plantea la hipótesis de tres posibles escenarios para el futuro de la economía mexicana, advirtiendo sobre la dificultad de elaborar predicciones con respecto a una emergencia aún en pleno apogeo. El primer y peor escenario es el de una caída “en V profunda“, con recaídas esperadas hasta el tercer trimestre del año: 2020 terminaría con una pérdida de 8.8 puntos del PIB para luego dar pie a un repunte de 4.1 por ciento en 2021. Se formula también la hipótesis de una “U profunda”, con una imagen de debilidad en la economía que continuaría a un ritmo ligeramente más moderado, pero hasta el final de 2020: el año se cerraría con una contracción del 8.3 por ciento, seguida de otra disminución del 0.5 por ciento en 2021. Un tercer escenario, de tipo “V”, prevé que el país sufra intensamente la crisis, pero hasta todo el primer semestre, con un consiguiente retorno al crecimiento en un tiempo relativamente corto: -4.6 por ciento en 2020 y +4 por ciento en 2021. En cuanto al empleo, Banxico estima que se pueden perder entre 800 mil y un millón 400 mil empleos en el año en curso, más una caída de otros 200-400 mil empleos el año siguiente.

Previsiones negativas han sido formuladas también por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que a mediados de abril anticipó una recesión del 6.6 por ciento. Un fuerte recorte en comparación con el crecimiento del 1.3 por ciento publicado por el Fondo a principios de año. La cifra también está muy por debajo del promedio mundial (-3 por ciento). En 2021, la economía mexicana podría “rebotar“ con un crecimiento del 3 por ciento, más del 1.6 por ciento previsto anteriormente, pero por debajo del promedio mundial estimado en 5.8 por ciento. El FMI también advierte sobre el riesgo de que la tasa de desempleo aumente a 5.3 por ciento, dos puntos porcentuales más en términos anuales. Un índice que —tras el esperado fin de la emergencia sanitaria— podría disminuir a 3.5 por ciento en 2021.

Para la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (Cepal), México es uno de los países destinados a pagar más por los efectos de la crisis sanitaria: una caída del 6.5% en el producto interno bruto frente a un promedio de 5.3 por ciento para toda la región.

La economía mexicana registró una caída del 2.2 por ciento en el primer trimestre de 2020 en comparación con el mismo período del año pasado. Lo anunció el Instituto Nacional de Estadística (Inegi), corrigiendo la estimación realizada a fines de abril en dos décimas de porcentaje. En comparación con el trimestre anterior, la caída fue del 1.2 por ciento, contra el 1.6 publicado anteriormente. Es la cuarta caída consecutiva y la más alta registrada desde el cuarto trimestre de 2009. El resultado anual se debe en particular a una contracción del 3.5% en las actividades secundarias (minería, manufactura y construcción) y del 1.2 por ciento en actividades terciarias (comercio y servicios). En cambio, hay un aumento del 1.1 por ciento en las actividades primarias, como la pesca y la agricultura. En comparación con el trimestre anterior, el sector secundario cayó un 1.2 por ciento, el sector terciario 0.9 por ciento y el sector primario aumentó 1.7 por ciento. La estimación se ve afectada por las primeras repercusiones inevitables de la crisis sanitaria relacionadas con la propagación del nuevo coronavirus.

(agenzia nova / puntodincontro.mx / adaptación y traducción al español de massimo barzizza)