12 de octubre de 2020 (6:56 hrs.) - Desde siempre han guiado a los marineros y seducen con su poderosa y misteriosa belleza. Dominan acantilados con vistas al mar, puertos o costas arenosas y dan la bienvenida a pocos afortunados visitantes, que desafían la altura o las ráfagas de viento.

Algunos de los faros de las costas italianas han sido transformados en encantadores hoteles, museos o lugares de encuentro. A continuación describimos brevemente 10 de los más fascinantes.

Capo Spartivento. Es el faro más antiguo de Cerdeña, un lugar de ensueño construido en 1856 con vista al mar en el sur de la isla, donde la maleza huele a mirto y enebro. Después de décadas de abandono, se ha convertido en un hotel refinado, un resort de lujo que ha conservado los techos abovedados de la antigua estructura color rojo carmesí. Fueron renovados y restaurados los 700 metros cuadrados de terrazas panorámicas con impresionantes vistas de las bahías de Malfatano y Capo Teulada y fue resanada la cerca de piedra de granito local. Quienes no se quedan a dormir en el faro, pueden visitarlo desde Cala Cipolla y Su Giudeu, en Chia, a unos 50 kilómetros de Cagliari, por un camino que sube hasta lo alto del promontorio granítico.

Mangiabarche. Lleva el inquietante nombre (tragalanchas) del acantilado que vigila desde 1935, pero es uno de los faros más espectaculares de Cerdeña, en la isla de Sant'Antioco del territorio de Calasetta. En verano el mar aquí es cristalino y en invierno las olas furiosas lo sacuden y lo vuelven aún más fascinante. El faro solitario, frente a Punta Mangiabarche y con Carloforte detrás, debe evitar que las embarcaciones queden atrapadas en los afloramientos rocosos de la costa de Sulcis. Cerca de la playa, un estacionamiento, un bar, un restaurante y un hotel reciben a los visitantes que en verano se adentran en esta bahía para darse un baño de ensueño.

Punta Carena. Se encuentra en Capri, a unos 3 kilómetros al suroeste de Anacapri, y desde 1867 domina la península de Limmo. Es uno de los faros más importantes del mar Tirreno y el segundo en Italia por tamaño y alcance de luz después del de Génova. La luz del faro, de hecho, puede ser vista a 25 millas náuticas de distancia, una ayuda válida para los que navegan y una agradable visita para los que caminan por el promontorio. Detrás del faro, pintado de blanco y rojo, se levanta el acantilado de Migliera, atravesado por los muros de defensa construidos por los ingleses a principios del siglo XIX para proteger la isla.

Capo Miseno. Su faro blanco destaca en la bahía entre el golfo de Pozzuoli y el canal de Procida, al norte de Nápoles. Construido a principios del siglo XIX sobre una antigua torre de vigilancia, fue destruido por las bombas en la Segunda Guerra Mundial y reconstruido en 1948. Se puede llegar a la estructura a pie por dos senderos escénicos o recorriendo una galería que termina en una terraza frente al faro.

Punta Palascia. Es el faro que domina el mar de Capo d'Otranto, el punto más oriental de Italia, en Salento, y se yergue en el sitio donde se encuentran las aguas de los mares Jónico y Adriático. Construido en 1867 y renovado varias veces, ahora es una estructura llena de encanto, transformada en un museo ecológico y centro de cultura con talleres artísticos, exposiciones temporales y encuentros literarios, además de ser un espacio de encuentro para paseos en contacto con la naturaleza. Las visitas deben reservarse escribiendo a museoecologia.palascia@unisalento.it

Vieste. Este faro de la famosa localidad de Apulia está automatizado y, por lo tanto, deshabitado: se encuentra en el islote de Santa Eufemia, frente a la ciudad, y desde 1867 indica la ruta a los barcos que pasan por el medio y el bajo Adriático, entre Punta Santa Croce y Punta San Francesco. Se puede admirar desde cualquier punto de la ciudad, que todos los días es iluminada por los rayos de luz del espectacular farol de latón ubicado en la torre de la estructura. En el islote también hay una cueva, donde fueron halladas 200 inscripciones votivas en griego y latín dejadas por los marineros que pasaban por la isla, algunas en honor a Venus Sosandra, diosa del mar y salvadora de los hombres. Los epígrafes fueron escritos entre el siglo III a.C. hasta la Edad Media.

San Vito lo Capo. Su faro, en la zona de Trapani, ha estado activo desde 1859 y señala a los navegantes el fondo marino poco profundo al norte de la bahía. Símbolo de esta ciudad costera del noroeste de Sicilia, domina el mar desde sus 40 metros de altura con luz visible hasta 20 millas náuticas. Se ha convertido en una atracción turística para quienes se aventuran al extremo del balneario entre la playa rocosa, el mar cristalino y una vista impresionante de la rada, dominada desde arriba por el monte Mónaco.

Strombolicchio. Su faro se eleva desde una torre de lava solidificada en el islote frente a Stromboli, que se encuentra más al sur. No tiene una historia importante pero su posición, aferrada a la roca volcánica, lo convierte en sugerente y original. Una larga escalera de hierro apoyada en la roca permite llegar a la estructura activa desde 1938 y apodada “el faro del Mediterráneo”, frente a la costa norte de Sicilia.

Ancona. Desde lo alto del faro se domina el golfo de la capital de Las Marcas que abraza el Adriático. La estructura del siglo XIX, una torre cilíndrica en ladrillos, ofrece una vista impresionante desde lo alto del cerro Guasco. Estamos dentro del parque Cardeto que se extiende por 35 hectáreas en el cerro Capuccini y que también alberga un anfiteatro romano junto al antiguo e imponente faro, de 20 metros de altura.

Capel Rosso. Es uno de los tres faros de la isla del Giglio y se eleva entre el matorral mediterráneo de la zona sur de esta tierra toscana. Un camino de piedra con escalones tallados en la roca conduce a la estructura rectangular con franjas rojas y blancas, de la que se alza una linterna de 90 metros de altura y cuya luz se puede ver hasta 23 millas náuticas desde 1883. Hoy el faro, aún activo, se presta a eventos, reuniones y encuentros en la terraza panorámica y por su gran belleza se utiliza como sitio de rodaje para películas. La última vez fue inmortalizado en la película de Paolo Sorrentino “La gran belleza”.

(puntodincontro.mx)