7 de marzo de 2018
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En
los últimos 40 años, en Italia, las mujeres han
conquistado una parte importante del mercado
laboral. En comparación con los años setenta,
cuando sólo una de cada tres mujeres contribuía
a la economía familiar, hoy en día la cifra es
de casi una de cada dos (48.7%).
Lo
dice el ISTAT, instituto productor oficial de
estadísticas en el país de la bota. Las
trabajadoras han aumentado, son casi 10
millones. Por supuesto, el porcentaje del 67% en
el caso de los hombres todavía está muy lejos.
Además, según los datos de Eurostat, la oficina
de estadísticas de la Unión Europea, Italia se
encuentra en los últimos lugares de la tabla
europea en el ámbito del empleo femenino. Su
48.7% es superior sólo al 43.3% de Grecia. Muy
lejos del 61.6% promedio de los 28 países de la
UE. Y aún más de los récords registrados por
Suecia (74.6%), Noruega (71.9%) y Alemania
(71.0%).
¿Y
las empresarias? Son más de un millón, según
datos de Infocamere —la compañía de informática
de las cámaras de comercio italianas— y
representan el 21.8% del total. Las que más han
crecido son las empresas femeninas administradas
por una extranjera (10,4%).
Sin
lugar a dudas, el empleo femenino se ve muy
afectado por la dificultad de conciliar el
trabajo con la familia. Según el ISTAT, en
Italia hay 22.5 lugares en la guardería por cada
100 niños entre 0 y 3 años, muy por debajo de
los 33 lugares indicados como objetivo
estratégico por parte de la Unión Europea.
Confartigianato —la organización italiana más
representativa del sector de la artesanía y de
las pequeñas y micro empresas— analizó el costo
y la calidad de los servicios para la familia
ofrecidos por las autoridades locales.
Solo
el 57% de los municipios cuenta con guarderías y
apoyos adicionales para niños. Por no hablar de
las mujeres embarazadas o de las madres
primerizas, que a menudo se quedan fuera del
mundo laboral, y ya no cuentan con los derechos
de hace algunas décadas. En 2016, 30,000 mujeres
renunciaron a su trabajo por maternidad.
Un
Estado, por lo tanto, que no se preocupa por la
mujer embarazada. Muchas se ven obligadas a
elegir: ¿ser madre o trabajar? Y luego nos
quejamos de que en Italia ya no hay niños.
(francesco patti / puntodincontro.mx /
adaptación y traducción al español de massimo barzizza)
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