30 de enero de 2019 - Leyendo las recientes declaraciones de la Dip. Francesca La Marca sobre la supuesta voluntad del actual gobierno italiano de abolir el voto en el extranjero, me pregunté si no estaría presenciando otra noticia falsa orquestada por la ocurrencia de algún político.

¿Pero de qué fuentes provienen las declaraciones hechas por la diputada? No hay información al respecto. Y si la pregunta surge espontáneamente, la respuesta es aún más obvia. Esas fuentes no existen, porque no hay noticia, se trata de una falsedad, probablemente debida a la necesidad de llamar la atención hacia una figura política que, seamos claros, aquí en México nadie conoce, ni siquiera sus electores.

Es legítimo asumir que la Dip. La Marca, con todo el Partido Democrático, está en serias dificultades, desorientada, en caída libre en las preferencias, pero la situación era previsible después de haber apoyado, lamentablemente, durante la última legislatura una desafortunada enmienda firmada PD que permitió la candidatura en el extranjero también a los italianos que no están inscritos en el A.I.R.E. y, por lo tanto, nunca han vivido realmente en el extranjero: una verdadera distorsión de la ley Tremaglia, cuyo padre —Mirko Tremaglia— luchó para proporcionar a nuestras comunidades un mínimo de representación en el Parlamento.

También está la firma de la Dip. La Marca en las disposiciones del Partido Democrático que durante los gobiernos de Letta, Renzi y Gentiloni contribuyeron al desmantelamiento sistemático de nuestra red consular, al endurecimiento sobre las políticas de recursos humanos de las Embajadas y, en general, el debilitamiento de los servicios en apoyo de los italianos en el mundo.

Incluso cuando se trató de defender el sistema de las cámaras de comercio italianas en el extranjero y la difusión de la lengua italiana en el mundo, la parlamentaria no estuvo: fue ausente, nunca llegó, aplastada en las posiciones de su partido romano.

Por último, pero no menos importante, si piensa regresar a México, Dip. La Marca, nos gustaría más respeto hacia nuestra inteligencia, porque necesitamos verdades, más que oraciones altisonantes que confundan y dividen.

Si puede, mencione las fuentes la próxima vez y si logra reunir algún “oyente” en la Ciudad de México, intente averiguar primero acerca de nuestra realidad, porque no es agradable verla leer un papel escrito por quién sabe quien, tal vez “reciclado” de otro discurso presentado en Canadá. ¿Somos a caso votantes y ciudadanos de tercera categoría?

(giancarlo quacquarelli, coordinador del maie en méxico)