11
de mayo de 2013
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Hay sucesos que no olvidamos jamás, y que a
pesar de no ser altamente traumáticos quedan
registrados en nuestro psiquismo como
“alertas de situación extrema”. Así, aunque
nos vayamos poniendo más grandes, nuestros
temores siguen actuándose al respecto un
poco infantiles.
Hay situaciones muy especificas que parecen
elevarnos sin escalas al lugar de niños…
pero no de cualquier niño! Vamos directo a
la vivencia de niños sufrientes, niños que
necesitan contención para no desarmarse,
niños acongojados por el abandono; y cuando
tomamos mayor distancia, vemos que se trata
solo situaciones en las que sentimos el
rigor de tener que enfrentarlas solos.
Qué solos nos sentimos en los momentos que
debemos transitar inevitablemente solos…
En esa soledad todo es tan vívido, tan
intransferible, que la realidad nos da el
primer cachetazo porque nadie puede hacerlo
por mí. Rendir un examen, ir a parir,
enfrentar una cirugía, hacernos un análisis
de sangre, o sin ir más lejos ir al
dentista!
Todavía recuerdo mi primer visita al
dentista…qué consultorio tan raro! Había
sonidos, olores mentolados, instrumental que
resonaba como una banda de heavy metal
y gente que entraba y salía con estados
alterados (otro día hablamos de la selección
de valses vieneses que escuché en la sala de
espera). Estaba convencida que el apacible
hilo musical nada tenía que ver con la
intensa actividad que había dentro del
consultorio. No saben cuánto y cómo me
desesperaba la llegada de mi turno…
A
pesar de las infructíferas explicaciones del
odontólogo para generarme confianza, yo no
accedía a abrir la boca si mi mamá no tomaba
mi mano (como señal de protección y
transmisión de la valentía necesaria!). Con
el brazo libre seguía las precisas
instrucciones -levantarlo solo para poner un
stop en la tarea, una especie de freno para
recuperar la compostura- Qué coreografía se
armó para enfrentar mis miedos! Mano
izquierda apretada fusionándose con la de mi
mamá, boca abierta, sonidos guturales, los
ojos lagrimosos y brazo derecho elevándose
en la emergencia…todo para enfrentar lo
intransferible…
Qué solos nos sentimos en los momentos que
debemos transitar lo intransferible…pero qué
acompañados nos hace sentir un simple gesto
amoroso…
Cada tanto en nuestra vida adulta nos
enfrentamos a situaciones en las que nos
sentimos inmensamente solos, nuestros
temores se mezclan con los infantiles, y nos
invaden sensaciones irracionales que
intentamos calmar con largas explicaciones
de excelencia académica; y estamos
ahí…sintiéndonos niños abandonados,
asumiendo a la vez que debemos portarnos
como gente grande.
Cada tanto somos grandes con miedos de
niños, cada tanto somos niños buscando el
amparo de los grandes, cada tanto está bueno
reconocer que necesitamos ayuda…y
simplemente saber que hay alguien que nos
acompaña (aunque sea a la distancia) nos
hace sentir menos solos.
En homenaje a mi primer odontólogo el Dr.
Osvaldo Stoessel que me ayudó a enfrentar
mis primeras situaciones “intransferibles”;
y a mi mamá que supo contener mis miedos con
solo tomarme de su mano.
Feliz día a todas las madres que con su
cálida contención nos ayudan a crecer.
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Alejandra Daguerre Nació en Buenos Aires,
donde vive y trabaja. Se graduó en
Psicología en 1990 en la Universidad del
Salvador de Ciudad de Buenos Aires
(Argentina). Trabajó en la Fundación
Argentina de Lucha contra el Mal de Chagas,
en el Departamento de Psicología y durante
tres años en el Ministerio del Trabajo y
Seguridad Social (entrevistas de
preselección, programas de reinserción
laboral y selección del personal).
Desde 1994 hasta 1999 se desempeñó en el
Departamento de Graduados de la Universidad
de Buenos Aires, en areas de RRHH y
Capacitación. De 2003 a 2009 trabajó en el
Instituto de Estética y Rehabilitación
Física "Fisiocorp", en el tratamiento
psicológico de pacientes con enfermedades
crónicas y en pacientes de rehabilitación
física a largo plazo. Desde 1991 trabaja por
cuenta propia en el campo de la psicología
clínica para adolescentes y adultos, con
métodos psicoanalíticos, y de arte-terapia.
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Laura Barral, quien ilustra esta sección,
nació el 3 de Febrero de 1988. Es diseñadora
en Comunicación Visual de la Universidad
Nacional de La Plata en Argentina.
Actualmente es socio-propietaria del estudio
de diseño
Decote Design, donde realiza trabajos de
identidad corporativa, diseño de logotipo,
print, vinilos, corpóreos y diseño web. En
2010 se consagró como ganadora del concurso
de la cámara de comercio de la Ciudad de
Tornquist (provincia de Buenos Aires).
(alejandra daguerre / puntodincontro.mx / adaptación y
traducción
al italiano de alejandra daguerre y
massimo barzizza)
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