23 de octubre de 2013 - Nunca un postre
había provocado tanta discusión: después de
las recientes declaraciones de Luca Zaia,
Presidente de la Región Véneto,
acerca de la necesidad de reconocer
oficialmente al Tiramisú y protegerlo contra las
falsificaciones e imitaciones, se levantan
coros a favor y en contra. Una controversia
que incluso ha llegado a los medios de
difusión internacionales.
Luca Zaia.
La disputa se centra, antes que nada, en el
origen de este postre: muchas fuentes
afirman que nació en Treviso, en un
restaurante que todavía existe, llamado
“Alle Beccherie”. Su propietaria Ada Campeol
habría inventado la receta en los años
setenta junto con el chef Roberto
Linguanotto, en busca de una comida rica y
nutritiva que apoyara la alimentación
temprana de su primogénito. Según el
Gobernador del Véneto es justo y necesario
reconocer las peculiaridades regionales de
este pudín y protegerlo como ya se hace con
otros productos (como la pizza napolitana
Stg, o sea Especialidad Tradicional
Garantizada).
Pero no muy lejos están los que levantan sus
escudos para afirmar que el origen Tiramisú
pertenece a la Carnia, una región de los
Alpes orientales y, para exactos, sostienen
que nació en el Albergo Roma de Tolmezzo
gracias a la señora Norma Del Fabbro, en los
años sesenta.
Las ciudades de
la discordia.
Y
no faltan reclamos varios y leyendas urbanas
que ubican su nacimiento en Piamonte,
Lombardía y Apulia. The Guardian ha
dedicado al tema un artículo titulado
“Salvando el Tiramisú”, en el que entrevista
al hijo de Ada Campeol, Carlo, quien
manifiesta su ‘horror’ ante la proliferación
ingredientes ajenos como las fresas o el
licor.
La receta tradicional prevé que se monten
las yemas de huevo con el azúcar, se les
agregue el queso mascarpone y, con la crema
preparada, se superpongan capas de galleta
saboyanas (soletas) sopeadas en café amargo,
con una espolvoreada final de polvo de
cacao. Hay algunos que hacen hincapié en la
importancia de voltear las galletas en
sentidos diferentes para cada capa, para
componer una estructura más sólida, así como
los que lo preparan directamente en trastes
para servir de una sola porción.
Savoiardi.
Lo importante es ponerlo en refrigeración al
menos un par de horas antes de servirlo. Sin
embargo, leyendo las recetas en la web,
encontramos variaciones de todo tipo, que
utilizan el nombre Tiramisú para cualquier
pudín hecho con capas. Y, así, existe el
tiramisú que utiliza yogurt o crema en lugar
de mascarpone, el que no incluye huevos, al
que se le añaden frutas varias, o quien
reemplaza los Savoiardi con diferentes tipos
de galletas. Por supuesto, la creatividad en
la cocina no tiene fin, pero llamarlo en
cualquier caso Tiramisú hace torcer la nariz
a los puristas tanto como una pizza con
piña.
(giuliana mattioli /
lastampa.it / puntodincontro.mx
/ adaptación y traducción al español de
massimo barzizza)
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