16
de abril
de 2014 -
Año con año, en México, se esperan las
vacaciones de Semana Santa, que consisten de
por lo menos dos días más un fin de semana,
dado que jueves y viernes santo son
considerados, aunque no oficialmente,
inhábiles. Pero, ¿por qué se acostumbra
tomarlos como días de asueto? Y ¿por qué se
celebran en estas fechas?
La fecha de la Pascua cambia todos los años,
lo cual se debe a que durante el Concilio de
Nicea del año 325 —el primer Concilio del
mundo cristiano—, se promulgó que la
festividad que recuerda la resurrección de
Cristo se celebraría «el primer domingo
después de la primera luna llena durante o
después del equinoccio primaveral».
Por lo tanto, en la Iglesia católica, la
fecha de la Pascua siempre cae entre el 22
de marzo y el 25 de abril. En efecto, si
precisamente el 21 de marzo es el día de
luna llena y cae en sábado, Pascua será el
día siguiente (22 de marzo); si, en cambio,
el día 21 cae en domingo, el día de Pascua
será el domingo siguiente (28 de marzo). Por
otro lado, si la luna llena es el 20 de
marzo, el siguiente ocurrirá el 18 de abril
y si ese día es un domingo, será necesario
esperar hasta el domingo siguiente, es
decir, el 25 de abril.
El descanso en Semana Santa en México es el
resultado del derecho consuetudinario, es
decir, normas no están establecidas en la
ley pero que se cumplen porque con el tiempo
se han vuelto de aplicación generalizada.
Bajo este principio, los días de la Semana
Santa fueron considerados inhábiles o de
asueto a partir de la época del emperador
romano Teodosio, quien en el año 438 decretó
en un documento llamado Codex Theodosianus
que los asuntos de gobierno debían ser
suspendidos durante los días santos.
En México, de acuerdo a la Ley Federal del
Trabajo, jueves y viernes de la Semana Santa
no son inhábiles, si una empresa decide
laborar esos días no está penado que lo
haga.