22 de abril
de 2014 -
Una infinidad de mariposas amarillas
elaboradas con papel de china fueron
soltadas alrededor del Palacio de Bellas
Artes de la Ciudad de México al concluir la
ceremonia oficial del homenaje póstumo al
escritor colombiano Gabriel García Márquez,
fallecido en esta capital el pasado 17 de
abril.
La imagen recuerda a un personaje de “Cien
años de soledad” —la novela que consagró al
escritor colombiano a finales de los años
'60— el gitano Mauricio Babilonia, cuya
presencia en el pueblo de Macondo era
siempre delatada por un montón de mariposas
amarillas que revoloteaban sobre su cabeza.
El presidente del Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael
Tovar y de Teresa, fue el encargado de
llevar las cenizas del premio Nobel de
literatura 1982 al pedestal que se colocó en
el centro del vestíbulo.
A
partir de ese momento, la despedida tuvo dos
escenarios: por un lado, el que ocuparon lo
invitados especiales (escritores, políticos,
funcionarios culturales, familiares y amigos
cercanos de la familia García Barcha),
quienes tuvieron acceso privilegiado al
recinto y, por otro, los cientos de lectores
que desde las 10 de la mañana comenzaron a
formarse en la explanada.