6
de abril
de 2014 - En ocasión de la cena que la
Cámara de Comercio Italiana en México (CCIM)
ofreció el martes pasado a los empresarios
que participaron en la misión en este país
organizada por el Ministerio de Relaciones
Exteriores, el Ministerio de Desarrollo
Económico, el Instituto para el Comercio
Exterior (ICE) y la Confederación General de
la Industria Italiana, el
presidente de la CCIM, Alberico Peyron,
saludó a los participantes con una breve
explicación de las principales
características de la presencia del país de
la bota en México y las relaciones
comerciales entre las dos naciones.
«Saludo al subsecretario Carlo Calenda, al
Embajador Alessandro Busacca, al Dr. Paolo
Zegna y al Dr. Luongo del ICE» —dijo Peyron—
«por organizar esta misión que creo que
marca un momento importante para las
relaciones entre Italia y México. Me
gustaría con estas palabras ofrecer un
testimonio sobre México proveniente de
quienes viven y hacen negocio en este país.
Yo vivo y trabajo aquí desde ocho años, pero
la Cámara de Comercio Italiana ha estado
presente desde hace 65 años».
«Creo
que este testimonio es apropiado, dada una
brecha que he podido comprobar en más de una
ocasión: la brecha que existe entre la
realidad y la percepción de México. Para
muchos de ustedes esta es la primera vez que
vienen a este país y probablemente se han
quedado muy sorprendidos porque este lugar
ha superado en más de un sentido sus
expectativas. En específico, quisiera hacer
tres observaciones esta noche, la primera de
ellas sobre México».
«México es un país estable que ha tenido un
régimen democrático durante más de 80 años,
un caso único en América Latina. Se trata de
una economía sólida, con unas finanzas
públicas sanas y fuentes de divisas muy
importantes, como el petróleo, el turismo,
la inversión extranjera, las remesas de los
emigrantes, los recursos minerales y los
recursos agrícolas. Es un país que tiene
grandes perspectivas de crecimiento, por un
lado por las importantes reformas que está
llevando a cabo, pero también porque se
trata de un país joven. Un dato para
ilustrar este punto: un mexicano de dos es
menor de treinta años. La edad media en este
país es de 27.2 años».
«En segundo lugar, es un país
—sorpresivamente para muchos de ustedes—
donde ya hay una presencia italiana. Existe
la idea de que Italia está ausente de
México, sin embargo operan aquí 1,400
empresas italianas, de las cuales al menos
300 son de buen tamaño. Se estima que hay
más capital italiano invertido en México que
capital francés y, teniendo en cuenta que
Francia tiene una larga relación política
con México, se trata de un dato que no
debemos subestimar. Hay un gran éxito
comercial italiano: Italia vende más de 4
mil millones al año en México, una cifra
superior a la de países de gran tradición
comercial como lo son España y,
precisamente, Francia. Existe por lo tanto
una comunidad italiana de negocios joven,
calificada, de buen nivel, dinámica y bien
integrada con la comunidad local. En
resumen, este es un país al que ustedes
llegan para hacer negocios, pero donde no
son los primeros en llegar, dado que ya
cuenta con un tejido empresarial listo para
darles la bienvenida».
En tercer lugar, la presencia de Italia en
México es una presencia de éxito. Creo que
las principales razones de este resultado
favorable de nuestro país son, por un lado,
la armonía cultural entre los dos pueblos:
es muy fácil entenderse entre italianos y
mexicanos y estoy convencido de que durante
las reuniones que tuvieron hoy pudieron
comprobarlo. Además, hay una muy buena
imagen de nuestro país: Italia aquí en
México es vista como una nación no sólo de
estilo, buen gusto y savoir vivre,
sino también como un país de tecnología y de
contratistas confiables.
Habiendo dicho todo esto, es mi deber
advertir que México es un país que parece
fácil, porque abre sus puertas a todos, pero
no es necesariamente así. Los procesos para
llegar a decisiones son a menudo muy largos
y hay muchos stop and go. Los
proyectos de repente tienen grandes
aceleraciones y luego se frenan y siempre
hay un entusiasmo inicial que más adelante
se detiene.
También es un país donde las relaciones son
muy importantes, por lo que es fundamental
no descuidar el seguimiento. Las relaciones
que se han establecido durante los
encuentros de hoy probablemente prometen
mucho, pero de ahí a que se materialicen
hasta convertirse en hechos, siempre hay un
largo camino por recorrer.
La buena noticia es que en esta continuidad
del esfuerzo no están solos: existe un
Sistema Italia —del que se habla a menudo,
pero que aquí en México es una realidad y
está compuesto por la Embajada, por el ICE,
por Price Waterhouse Coopers y por supuesto
por la CCIM— y también hay una red de
asesores italianos de confianza disponibles
para apoyo.