9 de julio de 2014 -
El Estado de Campeche se encuentra en la
parte occidental de la Península de Yucatán,
en México, y es uno de los mejores destinos
de la zona para unas vacaciones que abarquen
todas las maravillas de este país, sin
sumergirse en las multitudes turísticas.
Los atractivos son muchos, desde las
hermosas playas hasta la Reserva de la
Biósfera de Calakmul —la mayor área natural
protegida de México—que se encuentra a lo
largo de la frontera oriental del Estado,
cuya capital —que lleva su nombre— cuenta
con un espléndido puerto colonial, varios
centros ceremoniales mayas y numerosas
reservas naturales.
Campeche es una ciudad costera de origen
colonial, con apenas 190,800 habitantes,
rica en historia naval y arquitectura del
barroco español, pero también de belleza
antigua. La UNESCO la declaró Patrimonio de
la Humanidad en 1999, dando así un fuerte
impulso a la restauración de sus magníficos
tesoros arquitectónicos.
En ocasión de la proclamación de Patrimonio
de la Humanidad, la UNESCO describió a
Campeche como «un claro ejemplo de urbanismo
barroco colonial. Aquí, más de un millar de
edificios históricos han sobrevivido al
tiempo, reflejando como en México, a partir
del siglo XVI, en varios estados de gran
importancia histórica el espacio y el tiempo
se entrelazan y sobreponen».
Lejos de la ciudad, se aconseja visitar la
Reserva de la Biósfera de los Petenes, un
intricado laberinto de canales costeros. Los
manglares de tonos rojo, blanco y negro dan
vida a un ecosistema que, gracias a su
variedad de flora y fauna, tiene un valor
inmenso.
Este Estado del sureste mexicano sabe
capturar a esos visitantes que buscan áreas
naturales vírgenes. Está disponible una
amplia variedad de experiencias que incluye
recorridos en bicicleta, senderismo,
observación de aves, fotografía de
naturaleza, kayak o paseos a caballo.
Inmersa en una gran reserva ecológica
tropical se encuentra Calakmul, donde es
posible descubrir la naturaleza y la
historia en un solo emocionante viaje.
Descubierto en 1931, el sitio arqueológico
de Calakmul está rodeado por un denso
bosque. Sólo una pequeña parte de la zona,
alrededor de 100 kilómetros cuadrados, ha
sido traída de vuelta a la luz, mientras que
el resto aún no se ha explorado ni
restaurado. El sitio alcanzó su máximo
esplendor entre los años 250 y 695 d.C., y
se cree que fue habitado durante
aproximadamente 1,400 años.
(lastampa.it
/
puntodincontro.mx
/ adaptación y traducción
al español de
massimo barzizza)
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