20 de marzo de 2015
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Desde que México firmó en el año 2000 el
tratado de libre comercio con la Unión
Europea, el intercambio de bienes con Italia
se ha duplicado, acercándose en 2014 a los 7
mil millones de dólares. Si bien desde el
punto de vista del comercio exterior estas
son buenas noticias, es indudable que la
relación entre ambos países podría
beneficiarse ulteriormente de la
complementariedad que se puede observar —en
algunos campos— entre sus características
territoriales y productivas.
Fue este el hilo conductor del mensaje que
el pasado 10 de marzo Francisco González
Díaz, Director General de ProMéxico —la
agencia que impulsa la presencia de México
en los mercados internacionales— dirigió a
los asistentes al Seminario de Negocios
México-Italia, un evento organizado por la
Secretaría de Economía que reunió a más de
100 representantes de los sectores de
energía, infraestructura y aerospacial con
el fin de fortalecer y profundizar la
relación comercial y de negocios entre estas
dos naciones.
González Díaz comentó: «La economía y la
cultura mexicana han sido, a lo largo de la
historia, fuertemente marcadas y
enriquecidas por Italia. Desde la
gastronomía hasta el cine, pasando por la
arquitectura y la literatura, la sociedad
italiana ha dejado una huella importante en
lo que hoy es México. Américo Vespucio, Juan
Bautista Antonelli —arquitecto del Fuerte de
San Juan de Ulúa— o Adamo Boari, quien
construyó nuestro palacio de Bellas Artes y
el edificio de Correos, son algunos
italianos que marcaron lo que actualmente es
nuestro país. Hoy cada vez con más
frecuencia escuchamos nombres de empresas
italianas invirtiendo en México y también
mexicanas invirtiendo en Italia, así que el
siguiente paso es impulsar con más vigor las
alianzas entre nuestras industrias para
fortalecer las cadenas globales de valor
entre ambos países. Es decir, tenemos que
favorecer el desarrollo de cada vez más
proyectos en conjunto».
Para ilustrar la idea, el funcionario
mexicano utilizó un ejemplo: «Permítanme
contarles como vería yo un día perfecto en
la relación entre México e Italia: por la
mañana, tomar un café Illy con granos de
café de Chiapas, comer un pan Bimbo con
Nutella, degustar chocolates Ferrero hechos
con cacao de Tabasco, vestirse en un traje
Zegna hecho con textiles mexicanos, comer
una pasta Barilla con tomates Herdez o
manejar un Fiat con neumáticos Pirelli
hechos en México».
Francisco
González Díaz, Director General de
ProMéxico.
(massimo barzizza / puntodincontro.mx)
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