3 de agosto de 2015
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El Paseo de la
Reforma de la Ciudad de México se convirtió,
ayer, en un magnífico preludio de lo que
será el Gran Premio de F1 que se llevará a
cabo en el autódromo Hermanos Rodríguez de
esta metrópoli del 30 de octubre al 1 de
noviembre.
A partir de las 10.30 de la
mañana del domingo, la principal avenida de
la capital vio rodar al mexicano Esteban
Gutiérrez a bordo de un Ferrari F60 V8 F1,
causando el entusiasmo del público presente
durante la exhibición de la escudería
italiana, evento que reunió a 80 mil
espectadores —según el reporte oficial— a lo
largo del tramo que va desde la fuente de la
Diana hasta la
glorieta de la Palma, donde el también
mexicano Ricardo Pérez de Lara condujo un
Ferrari 458 Challenge tricolor.
Gutiérrez es
hoy otro piloto. El rostro serio de sus
últimos meses en Sauber ya es sólo un
recuerdo. Ahora, vistiendo de rojo, sonríe,
bromea y se ha ganado el afecto de muchos de
los integrantes de la casa de Maranello,
donde ya es parte de la familia, tal y como
fue posible observar durante la exhibición
que la marca del Cavallino realizó en
avenida Reforma. «Esteban es un gran chico y
va a ser campeón de mundo», aseguró su
ingeniero Maurizio Nardon, quien fue el
encargado de preparar los dos F60 que la
casa italiana trajo para tomar una de las
zonas más importantes del DF.
La secretaria
de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, ondeó la
bandera verde que dio inicio oficialmente al
evento, un festejo que duró aproximadamente
dos horas y durante el cual el F60 alcanzó
en algunos puntos del trayecto, los 220 km/hora.
(massimo
barzizza / puntodincontro.mx)
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