
10:59 hrs. - (ilsole24ore.com) Si bien los aranceles estadounidenses y su impacto en el comercio mundial fueron el tema central del Made in Italy Summit organizado por Il Sole 24 Ore, el Financial Times y Sky TG24, el mensaje más contundente que surgió del evento de tres días fue alentador para las empresas italianas.
El contexto internacional, marcado por guerras y nuevas formas de proteccionismo, plantea importantes desafíos, pero existe un camino para superarlos que reside en dos conceptos clave: la innovación tecnológica y la diversificación de mercados.
Precisamente los mercados —nuevos o prometedores— fueron el tema de la sesión de clausura de ayer, que atrajo a 27 mil asistentes en línea durante los tres días.
«En tiempos complejos como los que vivimos, oportunidades como esta cumbre fortalecen las relaciones», afirmó Andrea Duilio, director general de Sky Italia, al presentar el evento. «Estoy seguro» —añadió— «de que este debate puede generar ideas y colaboraciones capaces de dar un nuevo impulso al Made in Italy».
El Made in Italy, como señaló Federico Silvestri, CEO del Grupo 24 ORE, «no se limita a la moda, el diseño y la alimentación: abarca nuestra gran industria, la manufactura y la innovación, referentes a nivel mundial».
No es casualidad que entre los sectores que mejor se mantienen durante este difícil periodo se encuentren el químico y el farmacéutico, como explicó Matteo Zoppas, presidente de la Agencia Italiana de Comercio Exterior (ICE). «Las empresas italianas deben afrontar complejos desafíos como los aranceles estadounidenses, la devaluación del dólar y una competencia cada vez más estructural por parte de países extranjeros, como China» —continuó— «y a pesar de todo, mantienen su posición en los mercados internacionales y conquistan otros nuevos».
Esto se demuestra con los datos del ISTAT sobre el comercio exterior con países no pertenecientes a la Unión Europea, que, como señaló Regina Corradini D'Arienzo, CEO y Directora General de Simest, registró un crecimiento interanual del 9.9%% en septiembre, a pesar de la entrada en vigor de los aranceles estadounidenses.
«Debemos tener fe en el sistema y trabajar juntos, porque existen grandes oportunidades de crecimiento para las empresas italianas en Europa y más allá», afirmó. «Sin embargo» —enfatizó— «es necesario ampliar la base de las empresas exportadoras italianas, apoyando especialmente a las pymes, que representan el 96% de nuestro tejido empresarial, con herramientas específicas. Simest ha extendido sus servicios para incluir a empresas que no exportan, pero que forman parte de cadenas de suministro con una fuerte presencia internacional, trabajando para crear una cultura empresarial orientada a la internacionalización».
SACE, la agencia estatal de crédito a la exportación, también se encuentra entre las instituciones comprometidas con el apoyo a Italia en el extranjero: «con un PIB italiano de 2.3 billones de euros, SACE cuenta con un fondo de garantía de 270 mil millones de euros con 60,000 empresas clientes» —señaló el presidente Guglielmo Picchi— «y los mercados más prometedores para las empresas son México, Brasil y el resto de Latinoamérica, junto con el Sudeste Asiático, y después África, donde las exportaciones representan solo el 3.2%. Con el Plan Mattei esperamos afrontar el reto del crecimiento en África».
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