
15:35 hrs. - (ANSA) Un nuevo nacionalismo, populista, nativista y prooccidental, pero fiel a Europa y a la Alianza Atlántica: esta es la postura política de Giorgia Meloni, según la revista Time, que la presenta en la portada de su nueva edición mundial, como sucedió (pero en la edición europea) con otros primeros ministros de Italia: Silvio Berlusconi en 2011 (El hombre detrás de la economía más peligrosa del mundo) y Mario Monti en 2012 (¿Puede este hombre salvar a Europa?), o Matteo Salvini en 2018, con el título El nuevo rostro de Europa.
Donde Giorgia Meloni está llevando a Europa es, en esta ocasión, el título del artículo de Massimo Calabresi, jefe de la oficina en Washington de la histórica revista estadounidense de noticias políticas y económicas, según la cual, en sus casi tres años de mandato, la primera ministra «se ha consolidado como una de las figuras más interesantes» del continente.
«Y su forma de ser líder podría cambiar el mundo», se lee en el post con el que Time relanzó la portada, que anteriormente ya había presentado a otros italianos como Gianni Agnelli, Sergio Marchionne, Mario Balotelli, Fabio Cannavaro, Gianni Versace, Giorgio Armani, Luciano Pavarotti y Sophia Loren.
En cuanto a su idea del nacionalismo, la primera ministra —en una entrevista realizada 4 de julio en el Palacio Chigi— explicó que «ante todo, debemos defender quiénes somos, nuestra cultura, nuestra identidad, nuestra civilización».
Su nacionalismo, añadió, «es principalmente una forma de defendernos de una globalización que no ha funcionado». Y declaró su intención de «reconstruir nuestra identidad, reconstruir nuestro orgullo, el orgullo de ser quienes somos... a cualquier precio».
Según el reportaje, las habilidades de Meloni quedaron patentes en su más reciente reunión en la Casa Blanca con Donald Trump, que la primera ministra preparó con una pila de antoaciones que detallaban su postura sobre todos los temas que podían tratarse.
Y superó la prueba pública con compostura, enfatiza Calabresi. «Soy Capricornio», explicó Meloni, «digamos que tengo ideas fijas acerca de ciertas cosas».
El autor relata que, una vez que la prensa abandonó el Despacho Oval, cuando la conversación con Trump se centró en Ucrania, la primera ministra defendió apasionadamente a Zelenski y la necesidad de apoyar a Ucrania hasta el final. Trump escuchó y respondió, pero sin que el intercambio se volviera polémico, según Meloni: «Él es un luchador y yo soy una luchadora».
El reportaje también rememora momentos de su juventud, incluyendo el incendio que destruyó la casa donde ella, su madre y su hermana Arianna vivían antes de mudarse a Garbatella.
«Quizás por eso» —dijo la primera ministra sonriendo— «me uní al Movimento Sociale Italiano (la agrupación política considerada la heredera del partido fascista de Benito Mussolini, nota del redactor), por la llama (que se encuentra en su logo, nota del redactor)».
Treinta años después, se convirtió en la primera mujer en dirigir el gobierno italiano. Dijo que «tuvo que enfrentarse a estereotipos ridículos», así como al escepticismo inicial del entonces presidente estadounidense Joe Biden.
«Simplemente no creo que supiera de lo que hablaba», dijo, desestimando también las críticas de sus adversarios internos. «Me han acusado de todo lo imaginable, desde la guerra en Ucrania hasta la muerte de personas en el Mediterráneo. Es simplemente porque no tienen argumentos. No soy racista. No soy homófoba. No soy todas las cosas que dicen de mí». Y al final de la conversación, Meloni se dirigió a Calabresi: «Tú eres una persona honesta: ¿Hay algo del fascismo que mi experiencia te recuerda o que se relacione con lo que hago en el gobierno?».
Foto: Time – open.online