
05:46 hrs. - El grupo italiano Ferrero firmó un acuerdo para adquirir W.K. Kellogg, el conglomerado estadounidense de cereales para el desayuno, por aproximadamente 3 mil millones de dólares. La transacción, anticipada por el Wall Street Journal y posteriormente confirmada oficialmente, implica una oferta en efectivo de 23 dólares por acción. La adquisición une a dos gigantes históricos de la alimentación, incorporando a la empresa del país de la bota marcas icónicas como Froot Loops, Frosted Flakes y Rice Krispies. W.K. Kellogg, con un valor de mercado actual de aproximadamente 1,500 millones de dólares y una deuda de más de 500 millones, remonta sus orígenes a la invención de los Corn Flakes en 1894, que revolucionó la industria del desayuno.
Ferrero, fundada en la ciudad de Alba, Piamonte, hace casi ochenta años, se ha consolidado como la tercera empresa de confitería de chocolate más grande del mundo, con una cartera de aproximadamente 35 marcas distribuidas en más de 170 países, incluyendo éxitos globales como Ferrero Rocher, Nutella, Kinder, Butterfinger y Baby Ruth. En su último ejercicio fiscal, el grupo registró ingresos de 18,400 millones de euros (aproximadamente 21,500 millones de dólares), con un crecimiento cercano al 9% impulsado por los resultados en Estados Unidos e Italia. Esta nueva adquisición forma parte de la estrategia de expansión geográfica y de categoría de Ferrero, especialmente en el mercado estadounidense, donde ya ha realizado importantes inversiones, como la adquisición de Wells Enterprises (fabricante del helado Blue Bunny) y, anteriormente, del negocio estadounidense de chocolate de Nestlé por 2,800 millones de dólares.
En México, el Grupo Ferrero ha consolidado su presencia con la inauguración de una planta en San José Iturbide, Guanajuato, en 2013. Este moderno centro es un componente clave para algunos de los productos más apreciados de la marca, como Kinder Sorpresa, Kinder Delice y Nutella. La fábrica no solo atiende la demanda local mexicana, sino que también exporta a mercados clave como Estados Unidos y Canadá, así como a varios países de Sudamérica. Ferrero inició sus operaciones comerciales en México a mediados de la década de 1980, inicialmente a través de distribuidores locales, antes de establecer su propia filial en 1992.
La actividad de Ferrero en tierra azteca sigue creciendo. La fábrica de San José Iturbide representa una inversión significativa y estratégica para la compañía, que ha anunciado planes para aumentar su capacidad de producción en un 150 % para 2028, proyectando un aumento de 40,000 a 100,000 toneladas.
El grupo italiano ha demostrado un compromiso no solo económico sino también social, participando en programas de reconstrucción de escuelas y contribuyendo al desarrollo de las comunidades locales.
Imagen: Puntodincontro