19:30 hrs. – Con 371 votos a favor, ninguno en contra y tres abstenciones, anteayer, 12 de enero, la Cámara de Diputados de Italia aprobó el proyecto de ley con el que se ratifica y aplica el Convenio de Nicosia, o Convenio del Consejo de Europa sobre infracciones relativas al patrimonio cultural, firmado en Nicosia, Chipre, el 19 de mayo de 2017.
Se trata de un importante documento que tiene como objetivo combatir el tráfico ilícito de bienes culturales, que involucra también a México y tiene un impacto significativo desde el punto de vista del daño que sufren estos bienes y desde una perspectiva económica.
El Convenio reemplazará al anterior Convenio de Delphi, que data de junio de 1985 pero que nunca entró en vigor porque no alcanzó el número necesario de ratificaciones (fue ratificado solo por seis países, incluyendo Italia, pero para que entrara en vigor se necesitaban tres más).
Por el momento, la Convención de Nicosia ha sido firmada por 13 naciones (Italia, México, Armenia, Chipre, Grecia, Letonia, Montenegro, Portugal, Rusia, San Marino, Eslovenia, Ucrania y Hungría) y ratificada por solo cinco: el primer país fue Chipre en 2017, seguido de México (2018), Grecia y Hungría (2021) y finalmente Italia. La Convención está abierta a todos los países del mundo.
El acuerdo de Delphi se basaba en el concepto de responsabilidad común y solidaridad en la protección del patrimonio cultural europeo, y tenía como objetivo protegerlo contra actividades delictivas, comprometiendo a las partes a sensibilizar al público sobre el tema, a cooperar en la prevención de delitos en este campo, a reconocer la gravedad de dichas infracciones, a aplicar las sanciones adecuadas o a cooperar para la recuperación de los bienes sustraídos.
El Convenio de Nicosia fue concebido desde una perspectiva más amplia, ya que fue elaborado en el seno del Consejo de Europa, pero con la colaboración de organismos internacionales como la Unión Europea, el Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado (UNIDROIT), la UNESCO y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
El acuerdo tiene como objetivo prevenir y combatir el tráfico ilícito y la destrucción de bienes culturales, en el marco de la acción de la organización para la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado.
El Acuerdo de Nicosia también tiene como objetivo promover la cooperación nacional e internacional en la lucha contra los delitos relacionados con los bienes culturales, tipificando diversas infracciones incluyendo el robo (artículo 3), las excavaciones y extracciones ilegales (artículo 4), la importación ilegal (artículo 5), la exportación ilegal (6), la adquisición de bienes muebles robados (artículo 7) y la comercialización de bienes robados (artículo 8).