
09:18 h - La UNESCO inscribió en su lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad la representación de la pasión, muerte y resurrección de Cristo de Iztapalapa, el mayor viacrucis de México.
«Se trata de una manifestación que trasciende lo religioso. Es un acto de unidad, fe, resiliencia, que convoca a miles de personas en un ejercicio colectivo de memoria, identidad y participación», dijo la subdirectora de Patrimonio Inmaterial de México, Edaly Quiroz, durante la vigésima reunión del Comité Intergubernamental de la Unesco que se celebra en Nueva Delhi.
La celebración moviliza cada año a los ocho barrios originarios de Iztapalapa, una demarcación del oriente de la Ciudad de México, donde los vecinos transforman el espacio urbano en escenarios bíblicos para escenificar los episodios del Nuevo Testamento.
Se trata de la representación de Semana Santa más multitudinaria del país y una de las mayores concentraciones religiosas de América Latina. En 2024 reunió a más de 1,4 millones de asistentes y, en ediciones previas a la pandemia, llegó a superar los dos millones de personas en las calles.
Esta tradición nació en 1833 como un voto comunitario para pedir el fin de una epidemia de cólera que diezmaba a la población. Una década después se formalizó aquel compromiso con la primera puesta en escena, iniciando en 1843 un ciclo que acumula ya más de 180 años de historia ininterrumpida.
Foto: Yazmín Ortega Cortés – jornada.com.mx










