19:06 hrs. – Hoy el embajador de México en Italia, Carlos García de Alba, presidió en Roma la ceremonia de conmemoración del 211 aniversario del inicio de la Guerra de Independencia del país norteamericano y el bicentenario de su conclusión. En presencia del ministro italiano del Trabajo y Políticas Sociales, Andrea Orlando, y otras personalidades, el representante diplomático pronunció un discurso cuyos puntos principales se reproducen a continuación.
«Hace un año» —comenzó— «las difíciles circunstancias en Roma, en México y en el mundo hicieron de nuestra conmemoración mexicana un acto exclusivamente privado, limitado a la lectura de un discurso difundido por Internet. Hoy, aunque las circunstancias aún exigen medidas de seguridad, el sacrificio de millones de médicos y enfermeras y el esfuerzo que todos hemos hecho después de más de año y medio nos permiten encontrarnos aquí».
«Es un honor para mi encabezar la festividad civica más importante de México en la eterna Roma. Por primera vez lo hago de manera presencial».
«A casi dos años de haber tomado posesión como Embajador y de haber vivido antes aquí mismo como joven diplomático y estudiante, he podido comprobar nuevamente la riqueza, variedad, contenido y especial importancia de los nexos entre México e Italia, entre los mexicanos y los italianos. Así ha sido, así es y así seguirá siendo, pero buscando siempre más conexiones, sin limitarse de ninguna manera a la capital».
«No me canso de repetirlo: compartimos un pasado con múltiples puntos de encuentro, un presente con una relación de gran cercanía y amistad y un futuro muy prometedor. En relación al pasado, ya son 500 años de contactos entre los dos países, que comenzaron con la llegada a México de unos setenta italianos, en su mayoría comerciantes, de la entonces ciudad-estado de Florencia. Luego se sumaron figuras como Giovanni Paoli, de Brescia, que en 1539 abrió la primera imprenta en lo que hoy se llama Ciudad de México».
«Las obras en México de un ingeniero italiano, Giovanni Antonelli, realizadas entre 1590 y 1599, incluyendo el Fuerte de Veracruz, fueron precursoras de las de otros ingenieros y arquitectos como Silvio Contri, de Grosseto, diseñador del hermoso Palazzo delle Comunicazioni, hoy Museo Nacional de Arte».
«Este es también el caso de Adamo Boari, el mexicano de Ferrara, quien diseñó el imponente edificio de Correos en la Ciudad de México, así como el mayor foro artístico de nuestro país: el Palacio de Bellas Artes. A partir de mediados del siglo XIX —con el nacimiento de la primera sociedad de beneficiencia italiana en México [la actual Asociación Italiana de Asistencia, nota del redactor] y con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre la República Mexicana y el entonces Reino de Saboya— la comunidad italiana comenzó a crecer y a principios del siglo XX contaba con más de seis mil miembros».
«Podría mencionar muchas otras personalidades y hechos que explican la historicidad, la calidad y el constante crecimiento de nuestros lazos, en ambos sentidos, como la vida en Italia del jesuita de Jalisco Andrés Cabo Franco, otro vínculo importante entre nuestros países, además de haber sido pionero y precursor de la independencia de México».
«Todos estos nombres y datos, sin ser en modo alguno exhaustivos, contribuyeron a hacer de la relación entre México e Italia lo que es hoy: un vínculo con cimientos sólidos, ricos, vastos, diferenciados y muy cercanos a pesar de los 10 mil kilómetros de distancia y todo el Océano Atlántico interponiéndose».
«En 2012 México e Italia firmaron una declaración como socios estratégicos. Esto y nuestra adhesión mutua a instrumentos como el G20 y el tratado de libre comercio entre México y la Unión Europea han sido claves para fortalecer aún más nuestros lazos. En política, la pandemia nos ha frenado, pero no nos ha detenido. Así lo demuestra el hecho de que apenas en junio pasado el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, se reunió con su homólogo italiano Luigi Di Maio durante la reunión de los cancilleres del G20 celebrada en Bari y Matera. Por cierto, me gustaría felicitar calurosamente a Italia por la destacada presidencia del G20 de este año. Su gestión ha sido muy exitosa, a pesar de los tiempos y circunstancias. México ha participado en todas las reuniones del grupo que congrega alas veinte economías más importantes del mundo».
«A nivel personal y para fomentar los contactos con los presidentes de las Regiones, alcaldes, legisladores, empresarios y periodistas de toda Italia, yo mismo ya he tenido la oportunidad de visitar oficialmente 16 de las 20 Regiones que componen este maravilloso país. En muchos casos lo he hecho dos, tres y hasta cuatro veces. En todas mis visitas, la comunidad mexicana ha estado en el centro de mi agenda. Asimismo, dado que esta Embajada también está acreditada ante los gobiernos de Albania, Malta y San Marino, ya he visitado esos tres países y en todos ellos he presentado las credenciales que me acreditan como Embajador externo».
«Señoras y señores, si las relaciones políticas entre México e Italia son relevantes, también lo son los contactos comerciales y empresariales. Italia es el duodécimo socio comercial de México y el tercero entre los países miembros de la Unión Europea. México, a su vez, es el segundo socio comercial de Italia en el continente americano y el primero, por mucho, en América Latina. El intercambio comercial entre México e Italia es un 10% más alto que el de Italia y Canadá, un 32% mayor que con Australia y Nueva Zelanda juntos y un 50% superior al intercambio de Italia con Chile, Colombia y Perú juntos. La importación de productos italianos por parte de México es comparable a las compras conjuntas de Argentina, Chile y Brasil, un 15% más que las de Corea del Sur, un 29% más que las importaciones italianas realizadas por todos los países de los Balcanes Occidentales. Asimismo, las inversiones extranjeras directas italianas acumuladas en México ascendieron a 7,000 millones de euros en diciembre de 2020. Más de 1,800 empresas italianas han invertido en México».
«Pero también las crecientes inversiones mexicanas en Italia superan los dos mil millones de euros, generando 2 mil empleos directos y muchos más indirectos. Once de las veinte regiones italianas albergan inversiones mexicanas. Por eso queremos una relación bidireccional, de beneficio mutuo».
«Estos son datos concisos, precisos y sólidos que muestran una relación fuerte, profunda y variada entre México e Italia. Una relación que seguirá creciendo con el apoyo y la colaboración de muchos amigos y aliados, como la Asociación Económica de México en Italia y su dinámica y talentosa presidente Letizia Magaldi».
«Aproximadamente a un año de su creación y conformada por pequeñas, medianas y grandes empresas, la AEMI se consolida como un espacio privilegiado para promover los lazos entre nuestras naciones en materia industrial y comercial, pero también cultural, científica, tecnológica y turística, entre otras. Por eso los invito como personas, empresarios e instituciones a unirse a la AEMI, la futura y primera Cámara de Comercio Mexicana en Italia en la historia».