09:29 hrs. – La Fondazione dell'Albero d'Oro acoge en el Palacio Vendramin Grimani de Venecia el nuevo proyecto del artista mexicano Bosco Sodi, que podrá visitarse del 23 de abril al 27 de noviembre como evento paralelo a la Bienal de Arte 2022. En la histórica mansión sobre el Gran Canal cobra vida la exposición titulada What Goes Around Comes Around basada, como subraya la curadora Daniela Ferretti, en el tema del intercambio artístico, pero sobre todo cultural. Y de hecho, al recorrer las salas del Palacio, se tiene la sensación de que allí se ha producido un encuentro mágico entre la tradición del arte veneciano y un gusto que viene de lejos, precisamente de México.
Bosco Sodi, nacido en la Ciudad de México en 1970, es un artista de renombre internacional, conocido por su habilidad innata para utilizar materias primas crudas y naturales en grandes pinturas y esculturas. Y esto es lo que también hizo en el Palacio Vendramin Grimani, llevando su estilo único y característico a un ambiente como el veneciano, con una fuerte tradición figurativa. Algunas de las obras expuestas, incluyendo los grandes lienzos elaborados con celulosa, aserrín y otros materiales orgánicos, fueron realizadas por el artista precisamente en el interior del palacio, durante sus dos semanas de residencia.
Una nota peculiar de la obra de Bosco Sodi es la ausencia de títulos en sus obras. «Una pintura “democratica” donde cada espectador puede interpretarlo que quiera, sin estar condicionado», dice Daniela Ferretti al justificar la peculiar elección del artista mexicano. Una elección que cede ante una excepción: la obra “Nosotros somos uno”, expuesta y dedicada al absurdo conflicto centroeuropeo al que estamos asistiendo en los últimos meses. Se trata de un canto a la paz formado por 195 esferas de tierra —que representan a los Estados-nación— que gravitan en torno a una sola gran bola en el centro de la sala, bajo una espléndida lámpara de Murano, un extraño contraste perfectamente logrado.
Los espectadores podrán mover las pequeñas esferas (solo se permitirá un movimiento) convirtiéndose en parte activa de la obra artística. Al final de la exposición, algunos afortunados venecianos incluso podrán llevárselas a casa, siempre y cuando acepten devolverlas temporalmente si la instalación quiere volver a montarse (Elena Carone - NonSoloCinema).