10:19 hrs. – La guerra en Ucrania frena la recuperación mundial. La previsión del Fondo Monetario Internacional en la última actualización de sus Perspectivas económicas mundiales para 2022 y 2023 es que el PIB crecerá 3.6%, es decir, 0.8 y 0.2 puntos porcentuales menos con respecto a las estimaciones de enero. El FMI observa cómo la invasión de Rusia ha exacerbado las presiones inflacionarias y ha puesto en peligro el ordenamiento de las reglas que han regido las relaciones económicas internacionales desde la Segunda Guerra Mundial. También explica que no es solo el conflicto lo que pesa sobre las perspectivas, sino también la pandemia, la desaceleración de China y las subidas de las tasas de interés.

El FMI recorta las estimaciones de crecimiento para 2022 y 2023 para todos los países, incluyendo Italia. La previsión para el Bel Paese es un crecimiento del PIB del 2.3% (-1.5 puntos porcentuales) en 2022 y del +1.7% (-0.5 puntos) en 2023. Italia y Alemania son las dos naciones de la eurozona que sufrieron mayores revisiones a la baja, debido a su «mayor dependencia» de la energía rusa.

En cuanto a México, la previsión de crecimiento para 2022 fue rebajada dos décimas, quedando en 2 por ciento.

Esta nueva expectativa sobre el PIB del país latinoamericano incorpora el impacto de una desaceleración de la demanda externa, impulsada por una evolución menos dinámica de Estados Unidos, así como el efecto del endurecimiento de las condiciones financieras, la presión inflacionaria sobre el consumo y una mayor aversión al riesgo causada por la guerra y la pandemia.

El conflicto armado es un desastre para las economías de Rusia y Ucrania. Según estimaciones del FMI, tras el +4.7% en 2021, el PIB ruso se contraerá este año 8.5% y 2.3% el próximo, un fuerte golpe respecto a las estimaciones anteriores. De hecho, en enero el Fondo había previsto un crecimiento del 2.8% para Rusia este año y del 2.1% el próximo año. La situación de Ucrania es aún más grave, con una caída del PIB del 35% en 2022. La predicción del Fondo es que «incluso si el conflicto terminara pronto, la pérdida de vidas, la destrucción y la huida de miembros de la población limitarán severamente la actividad económica durante años».