04:56 hrs. - México e Italia se encuentran entre los ultimos lugares en el ranking de los 38 países evaluados por la OCDE en lo que se refiere a porcentaje de adultos de 25 a 64 años con educación universitaria. Solo Indonesia y Sudafrica registraron resultados inferiores.
Con base en datos de 2020, en el país latinoamericano el 19.4% de la población adulta cursó estudios terciarios, mientras que en Italia el porcentaje es de 20.1. El promedio de los países de la OECD es de 39%.
La educación terciaria, también llamada educación de tercer nivel, de tercer ciclo o postsecundaria, es el nivel de educación posterior a la finalización de la educación secundaria. El Banco Mundial define la educación terciaria incluyendo universidades y escuelas técnicas profesionales.
En Italia, analizando la distribución por género, la población femenina adulta registra un mayor porcentaje para este indicador, 23%, mientras que en México predominan los hombres, con un resultado de 20%.
Un informe reciente del British Council proporciona un examen en profundidad de cómo la educación posobligatoria puede crear un cambio positivo en las personas, las comunidades y los países. Por primera vez en casi una década, se evaluó la evidencia del papel que juega la educación terciaria en el desarrollo.
Este informe, compilado por el Centro para la Educación y el Desarrollo Internacional del University College London, encontró que la educación terciaria contribuye positivamente a mejorar la calidad de vida de quienes la obtienen, pero también expande sus efectos a través de la influencia de los graduados en la sociedad. La educación terciaria puede y contribuye positivamente al desarrollo económico y no económico de varias maneras.
La evidencia es quizás más abundante si se considera la contribución de la educación terciaria al desarrollo económico como un apoyo para el crecimiento de los países y un factor determinante de mayores ingresos para los graduados individuales. Las habilidades adquiridas y mejoradas a través de la educación terciaria contribuyen a aumentar la productividad de la fuerza laboral y juegan un papel importante en el desarrollo de competencias profesionales en los países estudiados.
Fonte: OCSE