17:40 hrs. - En México este año la octava edición del Rally Maya cuenta con la participación de una sola tripulación femenina, compuesta por las italianas Prisca Taruffi y Marina Grassi.
Prisca, hija del piloto, plusmarquista, probador y proyectista Piero Taruffi —ganador, entre otras, de la Carrera Panamericana 1951, la Targa Florio 1952 y la Mille Miglia 1957— participa tras haber sido protagonista en 2021 de la 34ª edición de la Carrera, realizada sobre un recorrido de 3 mil 610 kilómetros entre Saltillo y Oaxaca.
«Estamos muy contentas de participar en este rally» —dijo a Puntodincontro— «por suerte hay días de descanso, porque algunas etapas son muy largas y cansadas».
«Estuve en México» —añadió— «en octubre del año pasado para mi segunda Panamericana. Una ocasión muy especial, porque se cumplían setenta años de la victoria de mi padre en la edición de 1951 con el Ferrari 212 Inter».
«Para mí este es un país que siempre ha representado un punto de encuentro y un vínculo muy fuerte que él me transmitió, después de venir cinco años aquí para participar en esta competencia mítica. La Carrera fue una experiencia hermosa, no solo desde el punto de vista deportivo, sino también desde una perspectiva humana. Desde niña tuve amigos mexicanos que venían a visitarnos, precisamente porque mi padre había creado lazos muy fuertes. En nuestra casa de playa hay muchos recuerdos de estas tierras: un brasero, hamacas, cuadros, sombreros… así que volver aquí es una continuación de los sentimientos que siempre he tenido».
«El Rally Maya» —subrayó Prisca— «es una carrera desconocida en Italia, tanto que cuando Benjamín de la Peña me propuso venir, nunca había oído hablar de ella. Sin embargo, debo decir que es una competencia hermosa con autos increíbles. Participo en el mismo Alfa Romeo Giulietta Sprint de 1960 con el que corrí como Gran Mariscal en la Carrera del año pasado y quiero recalcar que Marina Grassi y yo somos las únicas mujeres en la tripulación de uno de los coches más fotografiados. El auto es del arquitecto Francisco López Guerra quien muy amablemente volvió a poner a disposición un vehículo competitivo bien preparado con la imagen de mi papá en el capot. Incluso en condiciones extremas, el coche está funcionando muy bien, con un ventilador adicional que ha evitado problemas de sobrecalentamiento».
«Reencontrarnos con Marina ha sido maravilloso, porque nos conocíamos de cuando yo corría en el campeonato italiano y europeo y ella era copiloto de otras tripulaciones. Aquí nos hemos vuelto a ver después de 25 años».
«Hace prácticamente 18 años que vivo en Playa del Carmen» —explicó Grassi— «y es una experiencia única haber podido reencontrarme con Prisca y, sobre todo, haberla reencontrado corriendo en un auto. El Rally Maya es realmente emocionante: veo lugares donde nunca antes había estado y el desfile de autos es increíble».
Después de la última etapa, que tendrá lugar el sábado 28 de mayo, Taruffi visitará en Caye Caulker, Belice, a su amigo piloto Giambattista Giannoccaro, patrocinador de los últimos cinco años de su carrera deportiva.
«Cada vez que vengo a México» —explica— «surgen ideas y proyectos. Para el año que viene ya estamos trabajando en la organización de un concurso de elegancia de coches clásicos combinado con un torneo de golf, un formato que estrené en Italia hace cuatro años con el título La volpe argentata. Aquí nos gustaría promocionarlo con el nombre El zorro plateado [el apodo original que la prensa mexicana escogió para Piero Taruffi en 1951, nota del redactor] y la idea sería realizarlo en la apertura del Rally Maya 2023. Lo estamos hablando con el Embajador de Italia en México, Luigi De Chiara [y con el presidente de la Cámara de Comercio Italiana, Lorenzo Vianello, nota del redactor]».
Marina Grassi y Prisca Taruffi