15:38 hrs. - Cuando hierven el agua para la pasta, ¿le ponen la tapa a la olla? Si la respuesta es sí, han ahorrado suficiente energía para recargar un teléfono inteligente 2-3 veces. Que se convierten en 5 o más, si cocinan la pasta con la cantidad “adecuada” de agua. El cambio climático y la crisis energética hacen que los italianos sean más cuidadosos para no malgastar dinero y recursos, pero a veces incluso un pequeño e inesperado gesto diario, como preparar un plato de pasta, puede marcar una gran diferencia.
Si todos los habitantes del país de la bota siguieran estas precauciones cada vez que cuecen espaguetis en un año, entonces el ahorro aumentaría exponencialmente: estamos hablando de al menos 350 millones de kilovatios hora, suficiente para iluminar los estadios de fútbol durante las próximas 24 temporadas de Serie A, Premier League, Liga española y Bundesliga.
Así lo revela un estudio científico promovido por los fabricantes italianos de pasta (Pastai italiani di Unione Italiana Food) y presentado este año con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que, por primera vez, calcula el impacto ambiental de la cocción de la pasta y el ahorro —energético, en emisiones de CO2 equivalente y de agua— resultante de tres pequeñas medidas al alcance de todos:
Mantener la tapa en la olla (durante el tiempo en que se tarda en hervir el agua);
Utilizar la cantidad adecuada de agua (hoy se necesita menos de lo que se cree);
Apagar la hornilla con anticipación (la cocción pasiva puede hacer maravillas).
Según Riccardo Felicetti, presidente de los productores de pasta italianos, «Con un impacto ecológico mínimo del campo a la mesa en comparación con otros alimentos, menos de 1 m2 por ración y solo 150 gramos de CO2 equivalente, la pasta es el prototipo de los alimentos ecosostenibles. Pero podemos hacerlo aún mejor, con poco, porque el 38% de la huella de carbono total depende de la fase de cocción de la pasta en casa. Quisimos investigar científicamente la cocción de la pasta para trasladar la conciencia del impacto económico y ambiental de las acciones que realizamos día a día. Un mínimo esfuerzo nos ayudaría a lograr un resultado importante y desde Italia, custodio de la cultura de la pasta al dente, puede comenzar una verdadera revolución cultural».
Cómo reducir el consumo a la mitad
La investigación, encargada por los productores italianos de pasta a Perfect Food Consulting, calculó la energía necesaria para cocinar 200 gramos de pasta de forma convencional (con olla destapada y utilizando una proporción de 1 litro de agua por 100 g de pasta) y cuánto sería posible ahorrar, en energía, emisiones y agua, con tres sencillas medidas al alcance de todos.
Usar la tapa durante la fase de ebullición: no solo se aceleran los tiempos, sino que se puede ahorrar hasta un 6% de energía y emisiones de CO2e (CO2 equivalente).
Cocer la pasta con 700 ml de agua en lugar del clásico litro por cada 100 gramos. Además de ahorrar un 30% de agua, que no es poco, se recortaría un 13% de energía y emisiones de CO2e. Y la pasta no deja de salir buena...
Aplicar la cocción pasiva: tras los primeros 2 minutos de cocción tradicional, la pasta se sigue cociendo indirectamente, con la hornilla apagada y la tapa puesta para no desperdiciar el calor. Con este método, los ahorros en energía y emisiones de CO2e alcanzan hasta un 47%.
Con un consumo promedio de 23.5 kg per cápita de pasta, cada italiano ahorraría hasta 44.6 kilovatios hora, 13.2 kilos de CO2e y 69 litros de agua al año.
Y si todo el mundo lo hiciera en el Bel Paese, los resultados serían realmente importantes: se ahorrarían entre 356 millones y 2,600 millones de kilovatios hora al año, 4,100 metros cúbicos de agua, suficiente para llenar 1,640 albercas olímpicas y hasta 776 kilotoneladas de CO2e, equivalentes a las emisiones de un coche durante 21 viajes de ida y vuelta entre la Tierra y el Sol.
Italianos virtuosos a medias
Para lograr este cambio cultural y de hábitos, no partimos de cero: según un estudio de la Unión Alimentaria Italiana / Istituto Piepoli, solo 1 de cada 10 italianos no utiliza la tapa para acelerar el hervor del agua. Pero aún queda mucho por hacer.º Tres de cada 4 italianos siguen utilizando al menos 1 litro de agua por cada 100 gramos de pasta, ignorando que hoy en día se necesita mucho menos para cocinarla.
La cocción pasiva, en cambio, todavía está lejos de la vida cotidiana: 9 de cada 10 italianos (89%) mantienen la hornilla encendida hasta completar la cocción. Pero hay apertura al cambio de hábitos. El 68% se declara dispuesto a modificar sus métodos para ahorrar recursos ambientales y económicos.
La cocción pasiva también funciona en la Ciudad de México
El método de cocción pasiva de la pasta también se puede utilizar en la Ciudad de México donde, debido a sus 2,240 m de altitud sobre el nivel del mar, el agua hierve a aproximadamente 93 grados centígrados. Por supuesto, las otras precauciones ilustradas en este artículo (cantidad de agua y tapa para hervir el agua) también se pueden poner en práctica en la capital mexicana.