07:45 hrs. - «Diálogo, pero sin ambigüedad, porque las autocracias prosperan ante la vacilación».
Esta es la receta que Mario Draghi repitió en Nueva York ante los asistentes a la 57 edición de la cena anual de premiación de la Appeal of Coscience Foundation, la organización que le otorgó el galardón al estadista del año que, antes que él, recibieron varios jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos Gorbachov, Angela Merkel y, hace apenas 12 meses, Shinzo Abe, recordado por el primer ministro en la apertura de su discurso.
Joe Biden, en un mensaje a la fundación, agradeció a Draghi por su liderazgo y «voz poderosa» en la promoción de los derechos humanos. Las palabras del discurso de Henry Kissinger también fueron halagadoras: «Su coraje y su visión harán que se quede con nosotros por mucho tiempo», dijo el exsecretario de Estado estadounidense.
Ante el riesgo de una nueva Guerra Fría, de una nueva polarización desencadenada por el conflicto en Ucrania, explicó el primer ministro italiano, será la forma en que «tratemos con las autocracias» la que definirá «nuestra capacidad para dar forma al futuro».
Por ello, añadió, se necesita «franqueza, coherencia y compromiso», además de ser «claros y explícitos sobre los valores fundantes de nuestras sociedades»: la fe en la democracia y el estado de derecho, el respeto a los derechos humanos y la solidaridad mundial.
Estos son ideales que deben «guiar nuestra política exterior de manera clara y predecible». Si se traza una «línea roja», hay que respetarla, si se hace un compromiso hay que honrarlo, aunque sea para no «lamentarlo después».
También debemos estar dispuestos a colaborar con gobiernos autoritarios, pero sin «comprometer nuestros valores fundamentales». Una afirmación que se aplica sobre todo a la crisis de Ucrania: la Unión Europea, Estados Unidos y todo Occidente se han mostrado «firmes y unidos» en su apoyo a Kiev, cuyo «heroísmo» es «un poderoso recordatorio de los valores por los que luchamos y de lo que podríamos perder».
A pesar de la «tristeza» de estos tiempos, Draghi se mostró optimista ante la posibilidad de que Rusia pueda «volver a las reglas que firmó en 1945» y que Ucrania pueda encontrar esa paz que no debemos dejar de buscar.
«Solo la cooperación global» —concluyó— «puede ayudar a resolver los problemas globales, incluyendo la pandemia y el cambio climático».
El primer ministro italiano asistirá esta noche a la asamblea general de la ONU.