12:27 hrs. - El Observatorio Astrofísico de Turín, administrado por el Instituto Nacional de Astrofísica, organizó una campaña para la observación en el norte de México del eclipse solar total del 8 de abril de 2024, una oportunidad única para el estudio de la corona.
El proyecto está coordinado y desarrollado con la participación de personal de la Agencia Espacial Europea, el apoyo técnico/logístico del Observatorio Astronómico de la región autónoma del Valle de Aosta y el apoyo técnico de la Universidad de Florencia. En la expedición participan nueve personas: siete investigadores y tecnólogos del INAF de Turín, un investigador de la Agencia Espacial Europea y un estudiante del Departamento de Física de la Universidad de Turín. Se trata de Giorgio Bergamin, Gerardo Capobianco, Valeria Caracci, Silvano Fineschi, Hervé Haudemand, Davide Loreggia, Maurizio Pancrazzi, Luca Zangrilli y Joe Zender.
Dos días antes de la fecha del eclipse, el grupo decidió, dado el pronóstico meteorológico poco alentador debido a la nubosidad, dividirse en dos sitios de observación diferentes para maximizar la probabilidad de éxito.
Cinco miembros del equipo viajaron a Ciudad Juárez, en la frontera entre México y Estados Unidos, y otros cuatro viajaron a Canatlán, en el centro del Estado de Durango.
La expedición utilizó 3 instrumentos: un telescopio para la observación de la corona K polarizada (E-KPol) y dos telescopios para las observaciones espectropolarimétricas de las líneas coronales de Fe XIV a 530,3 nm (la “línea verde”) y He I D3. a 587,6 nm (E-CorMag y Strato-CorMag). Las mediciones adquiridas durante el eclipse (algunas nunca antes logradas) ofrecen una oportunidad única de estudiar el campo magnético coronal muy cerca del limbo solar. Las observaciones realizadas durante el eclipse forman parte de una campaña de observación conjunta coordinada por la red Whole Heliosphere and Planetary Interactions (WHPI), una iniciativa internacional centrada en el período mínimo solar que pretende comprender el sistema interconectado formado por el sol, los planetas y la heliosfera.
Las condiciones climáticas fueron bastante buenas y los dos grupos lograron adquirir imágenes y datos.
«Fue una verdadera aventura, desde la preparación de la misión científica hasta el momento del eclipse», se lee en el sitio web del observatorio.
Foto: torino.corriere.it