15:02 hrs. - El vicepresidente estadounidense, JD Vance, de visita en Roma, donde fue recibido por la primera ministra Giorgia Meloni, se reunió hoy en el Vaticano durante unos minutos con el Papa y ayer fue recibido por el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin.

«Sé que no ha estado muy bien, pero me alegra ver que se siente mejor. Gracias por recibirme». Estas son las palabras que el número dos de la Casa Blanca dirigió al Pontífice al final de su breve visita en Santa Marta.

Ayer en la oficina de Parolin, en una reunión que tuvo lugar pocas horas antes del anuncio de Putin sobre la tregua de Pascua, el ambiente fue muy cordial y durante el encuentro, probablemente, se intentó sentar las bases para llegar a un punto de acuerdo sobre la delicada cuestión de la gestión de los migrantes, que ha abierto una grieta entre Washington y el Vaticano.

El vicepresidente llegó a Roma después de la carta del Papa, fechada el 11 de febrero, a todos los obispos de Estados Unidos. Una especie de ‘llamado a las armas’ contra las políticas migratorias decididas por Trump. «No cedan a narrativas que discriminan y crean sufrimiento», pidió Francisco a sus obispos, inmediatamente criticado por los hombres de la Casa Blanca. Los migrantes estuvieron sobre la mesa hoy durante la conversación con Parolin, junto a la compleja situación internacional salpicada de conflictos, desde Ucrania hasta Oriente Medio, en la que los Estados Unidos pueden jugar un papel decisivo.

El Vaticano, además del breve comunicado, también distribuyó las fotos a la prensa internacional al final del encuentro y en todas ellas se percibe un ambiente distendido, cordial, con grandes sonrisas. Quizás una señal del deseo de diálogo.

Foto: Vatican media divisione foto