17:35 hrs. – Falleció Gian Franco Brignone, turinés, hijo de una familia de banqueros, artista y promotor inmobiliario. Tenía 95 años.

Tenía 42 cuando, en una excursión en avión en 1968 con su amigo Luis de Rivera —quien le había sugerido visitar esa zona— sobrevoló Careyes, un oasis en la costa mexicana, entre la selva y la playa del Pacífico, y se enamoró del lugar. Adquirió 12 kilómetros de costa y 1.500 hectáreas de selva, manglares, acantilados y playas.

«Costa Careyes es un exclusivo espacio inmobiliario privado de lujo compuesto por castillos marinos, villas privadas, cabañas y bungalows. Está ubicado en la costa sur del estado de Jalisco», se lee en el sitio web oficial del complejo turístico.

Originalmente eran tierras vírgenes y salvajes. Primero, al contratar al arquitecto mexicano Marco Aldaco para el diseño, construyó Casa Mi Ojo, una estructura azul brillante, conectada por un puente colgante al acantilado más cercano. El nombre de la casa hacía referencia, dijo el empresario, al ojo que había perdido de joven. Careyes se convirtió rápidamente en un lugar popular para la jet set europea. A Gianni Agnelli le encantaba descansar aquí, al igual que al magnate financiero James Goldsmith.

Durante más de 40 años, custodió y preservó de cerca el complejo, donde muchos han comprado propiedades. «Hay 27 condiciones a respetar» —explicó Brignone— «entre otras, los posibles compradores deben ser capaces de apreciar la música del cielo, la tierra y el mar y haber cometido la mayoría de los siete pecados capitales. Además, se supone que todos aquí son políglotas y tienen una buena dosis de humor. Porque Careyes es una forma de vida».