Berlusconi: «Conmigo volverá el Ministerio de los Italianos en el Mundo»

Berlusconi: «Conmigo volverá el Ministerio de los Italianos en el Mundo»

04:52 hrs. - A petición de la diputada Fucsia Nissoli, electa en la repartición América del Norte y Central, reproducimos a continuación el artículo de Nicola Corradi publicado por La Voce di New York el 1 de agosto de 2022.

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A poco menos de dos meses de las elecciones, Silvio Berlusconi encabeza una nueva campaña electoral como líder de Forza Italia. La coalición de centroderecha, de la que forma parte junto con la Liga de Matteo Salvini y Fratelli d'Italia de Giorgia Meloni, está actualmente en primer lugar en todas las encuestas, pero el ex primer ministro sabe que, acercándose a la fecha del voto, no debe dar nada por hecho.

Así, después de haber estado en la oposición en el primero y segundo gobierno de Giuseppe Conte y haber sido parte de la mayoría en el ejecutivo liderado por Mario Draghi, Forza Italia ahora trata de asegurarse un papel de liderazgo en la XIX legislatura.

Presidente, comienza la campaña electoral. ¿Qué les propone esta vez a los italianos?

Antes que nada, permítanme decir que no queríamos elecciones anticipadas, habríamos preferido seguir apoyando hasta el final de la legislatura al gobierno de Draghi, que yo había propuesto por primera vez desde los primeros días de 2021. Pero una vez más el irresponsable comportamiento del Movimento 5 Stelle provocó esta situación, que, sin embargo, afrontamos con serenidad y confianza.

Las elecciones en una democracia nunca son un problema, son el momento en que el pueblo soberano decide su futuro. Son la esencia del sistema democrático. Con este fin, ya desde hace algunas semanas, estuve trabajando en un programa que pensaba proponer a los italianos en la primavera de 2023 y que, en cambio, presentaré en los próximos días, con vistas a las elecciones del 25 de septiembre.

¿En qué consiste?

Es un programa que combina nuestros argumentos tradicionales, la lucha contra la opresión fiscal, la opresión burocrática y la opresión judicial, dos temas de dramática actualidad: en primer lugar, un fuerte enfoque hacia los más débiles, especialmente los ancianos —que deben poder vivir en paz y seguridad— y hacia los más jóvenes, a quienes hay que garantizar un futuro. El otro tema son políticas ambientales serias, porque la conservación de la creación, del mundo que nos rodea, es parte de nuestros valores fundamentales.

Nuestras propuestas tienen símbolos: el aumento de las pensiones mínimas a 1,000 euros al mes durante 13 meses para todos los pensionados que reciben menos y también para las madres y abuelas que siempre han trabajado en casa para la familia; la garantía de un salario mínimo de 1000 euros mensuales para los jóvenes en fase de aprendizaje, que se financiará mediante desgravaciones fiscales para las empresas, el compromiso de plantar un millón de árboles nuevos cada año, adicionalmente a los planes ya establecidos. Obviamente, la política internacional de nuestro gobierno se basará en la Alianza Atlántica y en la solidaridad con Occidente, con Estados Unidos, con Europa, con el mundo libre.

En estos días usted está tratando de reconstruir la alianza de centro-derecha. Con Salvini las cosas parecen ir bien desde que se unieron al gobierno encabezado por Draghi, mientras que con Giorgia Meloni hubo fricciones bastante fuertes. Usted la invitó a almorzar, ¿pudieron aclarar la situación? ¿El haber rechazado apoyar a Draghi sirvió para relajar la relación con ella, que según las encuestas es ahora la primera fuerza de su coalición?

Las relaciones con Giorgia Meloni, al igual que con Matteo Salvini, siempre han sido cordiales. Tomamos diferentes decisiones para apoyar al gobierno de Draghi; después de todo, somos diferentes fuerzas políticas con diferentes historias y culturas, pero el respeto mutuo y la comprensión de sus respectivas decisiones nunca han fallado.

Después de todo, no es solo una cuestión de relaciones personales: el centro-derecha en Italia existe porque salí al campo en 1994 e hice posible una coalición que me dio la responsabilidad del gobierno durante casi 10 años, una coalición que una vez más se prepara para gobernar Italia. Por ello, cada una de las fuerzas que integran el centro-derecha es fundamental y decisiva, no sólo en el plano numérico sino también en el político.

La reforma sobre la reducción del número de parlamentarios llevará los elegidos en el extranjero de 18 a 12 (en América del Norte y Central quedarán 1 Senador y 2 Diputados como en la última legislatura, nota del redactor). ¿Qué programa tiene Forza Italia para ellos?

Sigo con gran atención la situación de nuestros connacionales en el mundo. Nuestra talentosa parlamentaria Fucsia Nissoli (con Silvio Berlusconi en la foto de este artículo, nota del redactor), elegida en América del Norte, trabaja en ello activamente en el Parlamento y habla conmigo a menudo acerca del tema. Hemos coincidido con ella en algunas ideas importantes.

La idea fundamental es promover la igualdad efectiva de derechos de todos los connacionales: los italianos que viven en el extranjero no deben ser penalizados, por ejemplo, con respecto a las exenciones del IMU. Deben poder hacer pleno uso de la asistencia sanitaria, empezando por el médico general cuando están en Italia, deben poder recuperar fácilmente la ciudadanía italiana perdida antes de 1992, deben mejorarse los acuerdos con los países en los que residen para el reconocimiento de títulos de estudio y para la seguridad social. Los italianos en el extranjero son una prioridad para nosotros.

Demasiadas veces Italia ha sido una madre distraída con estos hijos suyos lejanos, orgullosos de ser y sentirse italianos. Tenemos una deuda moral con ellos que nuestro gobierno podrá honrar. Por eso también volveremos a establecer, como existió en mis gobiernos, el Ministerio de los Italianos en el mundo. Por cierto, me gustaría recordarles que nuestra atención no es nueva, a diferencia de la izquierda que siempre ha desconfiado de estos italianos lejanos. Es precisamente al centro-derecha, cuando yo era primer ministro, a quien le debemos el hecho de que los italianos en el extranjero pudiesen finalmente estar representados en el Parlamento.

Según las encuestas, Forza Italia tiene 10.8% de las preferencias. Con estas cifras, Salvini y Meloni no pueden prescindir de Forza Italia para llegar a la mayoría y gobernar. Si ganan, ¿qué querrá para su partido?

Nuestros datos, que surgen de las encuestas, en realidad ya son mucho mejores que estos y estoy convencido de que, con mi regreso, seguirán creciendo significativamente de aquí a las elecciones. Después de todo, el peso de Forza Italia va mucho más allá de los números: es un peso político que surge del hecho de que nosotros, en Italia, somos los únicos representantes de las ideas y tradiciones liberales, cristianas, europeístas y garantistas. Somos los intérpretes más consistentes de los valores de la Civilización Occidental.

Tras haberle quitado el apoyo a Draghi, destacados miembros de Forza Italia renunciaron. Uno de ellos es el ministro de la Función Pública Renato Brunetta, quien tuvo palabras muy duras. Brunetta escribe: «En la conversación telefónica con el director de La Stampa Giannini, Berlusconi me acusa de ser desagradecido. Es fácil para mí responder que quiero a Berlusconi y siempre lo he querido. Solo me entristece una cosa de su comentario: que ataca en forma desordenada a nivel personal y no toma en cuenta los gravísimos motivos políticos de nuestra separación». ¿Qué responde a sus palabras?

No respondo a quienes han traicionado su historia y su coherencia, sin una razón basada en la realidad y sin perspectiva alguna. Pero no puedo dejar de señalar que las razones políticas de su despedida son absolutamente irreales e incluso ridículas.

Sin embargo, parecía que se llevaban muy bien con Draghi. ¿Qué paso después? Usted dijo que no era su intención derribarlo, pero querían que el gobierno siguiera adelante sin el Movimiento 5 Estrellas. ¿Era tan engorrosa la presencia del M5S como para justificar la caída de lo que usted llamó “el gobierno de los mejores”?

Ciertamente habríamos podido seguir con un gobierno encabezado por Draghi sin el M5S hasta las elecciones. Nosotros lo propusimos, pero el Partido Democrático lo hizo imposible, quizás con la esperanza de poder aún aliarse con los seguidores de Grillo para crear el famoso campo largo, que, al ver cómo van las cosas, se parece cada vez más a un campo santo.

Nuestra vocación de centro-derecha obviamente no está en duda. Pero es precisamente en el centroderecha donde se ubica el único “centro” posible, en el sentido europeo, es decir el que representamos, en la línea del PPE: un centro alternativo a la izquierda, como ocurre en todos los sistemas bipolares. Si otros quieren ayudar a fortalecer esta área del centro, nuestras puertas están abiertas de par en par. Si, por el contrario, el centro es sólo una operación instrumental, con la ilusión de quitarnos unos cuantos votos para hacer ganar a la izquierda, entonces dudo que tenga éxito: es una típica operación palaciega, sin arraigo en el país.

Exactamente lo contrario de lo que queremos hacer: transmitir a los italianos, a los que aman Italia como yo la amo, aunque estén lejos de ella, que con las elecciones de septiembre se decide el futuro de nuestra patria. La elección real está entre solo dos alternativas. Los que están satisfechos con cómo van las cosas en Italia hacen bien en votar por el PD, que representa la triste continuidad, pero los que quieren un cambio real, confiado a personas serias, responsables, experimentadas y competentes, encuentran en el centro-derecha y en particular en Forza Italia un programa serio para volver a empujar al país. Naturalmente en un vínculo estrecho y cordial con Europa y América del Norte. La Alianza Atlántica ha sido siempre la piedra angular de nuestra política internacional.

Patronato ITAL Messico
Associazione Italiana di Assistenza IAP
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