03:37 hrs. - Así lo sugiere el descubrimiento de un nuevo cráter en el fondo del Océano Atlántico, frente a las costas de Guinea: de 8.5 kilómetros de ancho y varios cientos de metros de profundidad, habría sido causado por el impacto de un objeto con un diámetro de 400 metros, quizás “pariente” del famoso asteroide de Chicxulub en México. El evento habría provocado un terremoto de una magnitud superior a 6.5, un tsunami con olas de hasta 900 metros de altura y una energía mil veces superior a la de la reciente erupción de Tonga.
Lo indica el estudio publicado en la revista Science Advances por la Universidad Heriot-Watt de Edimburgo junto con las universidades de Texas y Arizona.
El cráter (llamado Nadir por el nombre de una montaña submarina cercana de origen volcánico) data de la misma época del impacto de Chicxulub. Los investigadores lo detectaron por accidente mientras estudiaban el lecho marino con sísmica de reflexión, un método de estudio geofísico similar al ultrasonido, que consiste en enviar ondas de presión a través del océano y su fondo y luego estudiar la energía que se refleja.
Muchas de las características del cráter parecen consistentes con un origen de impacto, una colisión verdaderamente dramática, según simulaciones por computadora, aunque más pequeña que la de Chicxulub. La confirmación solo puede llegar realizando más investigaciones: por esta razón, el equipo ya solicitó autorización para perforar el fondo marino y tomar muestras del cráter, con el fin de evaluar su edad y verificar la posible presencia de minerales que puedan haberse formado bajo condiciones de presión extrema durante el impacto. Solo con esta información será posible entender si el cuerpo que provocó la colisión fue un trozo desprendido del asteroide Chicxulub u otro ejemplar perteneciente a una lluvia de asteroides que podría haber golpeado la Tierra y otros planetas del Sistema Solar en el lapso de un millón de años.