08:19 hrs. - Después de estar cerrada al público durante casi veinte años, ha reabierto las puertas en todo su esplendor la Casa de los Vetti de Pompeya, una de las joyas más conocidas y célebres del parque arqueológico, fascinante por su historia, escenas mitológicas, imágenes eróticas, cuentos ilustrados y por el refinamiento de sus ambientes y pinturas, estudiadas en todo el mundo.
«Una casa simbólica, una capilla Sixtina en Pompeya», subrayó el director del parque Gabriel Zuchtriegel en una entrevista con ANSA el día de la inauguración con el ministro de cultura Gennaro Sangiuliano.
Las excavaciones que sacaron a la luz la domus romana de Aulo Vettio Restituto y Aulo Vettio Conviva se remontan a finales del siglo XIX y la restauración que hoy se presenta también tiene raíces lejanas, estudiada desde mediados de la década de 1990, cuando los pesados techos de hormigón construidos en los años cincuenta comenzaron a mostrar su fragilidad y convencieron al superintendente de la época de cerrarla parcialmente por temor a que se derrumbara.
Iniciada por primera vez en 2002 y luego reanudada en 2016 bajo la dirección del entonces director Massimo Osanna, la obra ha involucrado a decenas de profesionales diferentes a lo largo de los años, desde arqueólogos y restauradores hasta arquitectos, ingenieros estructurales y expertos en jardinería. Un gran desafío, «en el campo del patrimonio cultural una de las obras más complejas y exigentes de las últimas décadas», explicó Zuchtriegel. Porque había que enfrentar el problema estructural de los techos, aún más frágiles por el terremoto de Irpinia que ocurrió el 23 de noviembre de 1980 en el centro de Campania y el centro-norte de Basilicata. Incluso las extraordinarias pinturas estaban en peligro debido a una restauración hecha en el pasado, con una capa de cera que debería haberlas hecho brillar y que en cambio las había vuelto opacas, polvorientas y en algunos casos ilegibles.
«Quitar esa cera fue un trabajo enorme, pero también muy satisfactorio», dicen ahora los restauradores, porque sacó a la luz detalles increíbles.
Restaurado y reordenado, también ha vuelto a destacar el jardín, rodeado por las columnas del peristilo, donde se han restaurado los ductos de agua y las pequeñas fuentes. Y donde han vuelto las estatuas, aunque en copias porque se decidió proteger las originales dejándolas bajo techo en otros espacios expositivos del parque. Entre ellos se encuentra el muy especial Príapo que en este jardín, hace dos mil años, asombraba a los invitados con sus chorros de agua.
Pompeya, Casa de los Vetti, vista del jardín con la estatua de un príapo. Foto del parque arqueológico de Pompeya Luigi Spina
Situada en la parte más rica de la ciudad justo enfrente de otra suntuosa residencia, la de los Amorini dorati, la Casa dei Vettii pertenecía a dos hermanos libertos que se habían enriquecido con el comercio del vino, adinerados hasta el punto de entrar con todos los honores en la sociedad pompeyana, tan es así que uno de ellos formaba parte del colegio de los Augustali. Una vez adquirida la casa, que existía desde el siglo II. a. C y que con sus 1,100 metros cuadrados equivalía a un recorte medio del lujo de la época, la hicieron restaurar sin escatimar gastos, empleando a los trabajadores más cualificados de la ciudad. En todos los ambientes de esta fabulosa vivienda quisieron pinturas refinadas creadas con el eclecticismo y esplendor del llamado “cuarto estilo”, el que estaba de moda precisamente en la primera mitad del siglo I después de Cristo.
Pompeya, Casa de los Vetti, cuadro erótico. Foto del parque arqueológico de Pompeya
Por documentos bibliográficos conozco la obra, “Eros en Pompeya” Edit. Daimon (creo?). Considero que mas allá de cualquier prejuicio o la moral del momento, toda obra de arte debe estar al alcance de los amantes de lo bello. Por otra parte, son el reflejo de una cultura y su momento histórico, nos ayuda a comprender mejor su pasado. !Felicidades por la reapertura de este espacio cultural!