05:21 hrs. - Carlisle Interconnect Technologies, con sede en Estados Unidos y cuyos principales clientes son Airbus y Boeing, ha decidido como empresa matriz cerrar Tri-Star Electronics SA en Bioggio, un municipio suizo del cantón de Ticino, en el distrito de Lugano. La operación había sido anticipada a principios de marzo por el quincenal de crítica social Area y fue retomada ayer por la mañana por el periódico en lengua italiana La Regione.
Para averiguar los detalles de la transacción, Jenny Covelli —del Corriere del Ticino— consultó a Vincenzo Cicero, jefe del sector industrial del sindicato Unia Ticino y Moesa.
Tri-Star Electronics SA se dedica a la producción de pequeños contactos eléctricos para la industria aeronáutica civil. «Tienen mucho trabajo», explicó Cicero. «Con la pandemia» –añadió– «sufrieron un poco, porque obviamente los aviones estaban en tierra. Pero después, gracias a la recuperación ya a la guerra en Ucrania (Carlisle Interconnect Technologies también abastece a la aeronáutica militar), incluso aumentaron sus dividendos».
En resumen, la filial de Bioggio está en auge. Tan es así que tuvieron que frenar los pedidos, porque estaban al tope de capacidad hasta noviembre. Sin embargo, la actividad en Ticino cesará a finales de año. El único objetivo de la maniobra de la empresa matriz es, por lo tanto, ahorrar dinero. La producción se trasladará a Nogales, una ciudad mexicana en el estado de Sonora, cerca de la frontera con Estados Unidos. «Yo la defino como la “franja de Gaza” donde se están instalando muchas fábricas estadounidenses que explotan la mano de obra mexicana», prosiguió el sindicalista.
El proyecto busca aumentar los márgenes de utilidad con el fin de ser más competitivos. Mientras que el salario medio en Suiza (excluyendo las nuevas contrataciones) es de 4,500 francos, en México los trabajadores cobran 350 dólares cada dos semanas. «Vamos a llevar todo allí», decidió entonces la alta dirección. Cuando llegaron a la planta dieron dos semanas al sindicato para plantear «propuestas alternativas», a nivel de cifras evidentemente insostenibles.
El sindicato argumentó que el plan no tendría sentido. «Experiencias anteriores han demostrado que los conocimientos suizos en campo de la mecánica de precisión no se pueden reproducir en ningún otro lugar desde cero». Un caso «cercano» es el de TE Connectivity de Bioggio, que corrió la misma suerte a finales de 2021, trasladándose a Portugal. «Vayan a ver qué les pasó... Aquí estamos hablando de habilidades específicas, de décolletage, un proceso típico de la industria relojera, cuya única escuela en el mundo está en Suiza».
¿Cómo se podría enfrentar problema? Los estadounidenses encontraron una solución: un plan de apoyo social a cambio de la formación de los nuevos trabajadores mexicanos, que deberán aprender el oficio en nueve meses. «Huelgas y ocupaciones, con la casa matriz en el otro lado del mundo, no habrían tenido el efecto deseado, por lo que tratamos de conseguir el mejor plan social posible para las aproximadamente 70 personas que perderán su trabajo», continuó Cicero.
Los futuros trabajadores de Nogales —al menos en parte— fueron reclutados a través de Facebook con un anuncio que prometía 5 semanas de capacitación en Suiza, con estancia y alimentos pagados en el Hotel de la Paix en Lugano. Muchos se conocieron en el aeropuerto, antes de abordar el avión que los llevaría a Europa, donde los actuales empleados deberán entrenarlos. ¿Todo en orden? El sindicato, como parte de los órganos de control, solicitó que esto fuera revisado. Ayer por la mañana la policía cantonal y el Departamento de Inspección del Trabajo llegaron a Tri-Star para verificar la situación laboral de los veinte ciudadanos mexicanos que han llegado a aprender el oficio. Las averiguaciones aún se están llevando a cabo.
Para Unia, el plan social obtenido es satisfactorio. «Pero todo esto representa una derrota del sistema. Los principales clientes son Airbus y Boeing. Hay trabajo y también ganancias. Solo se busca inflarlas aún más, en detrimento de todo».
No se prevén cambios de opinión por parte de Carlisle Interconnect Technologies. La actividad en Bioggio cesará a finales de año. Entre enero y mayo la producción, incluyendo la maquinaria, se trasladará a México. Y en los primeros meses de 2024, una decena de trabajadores del cantón de Ticino, los de mayor experiencia, volarán a Nogales donde se unirán a los mexicanos para completar su formación.